Amaia Remírez y Raúl de la Fuente recogieron el Premio Príncipe de Viana de la Cultura ante un Gobierno de Navarra casi al completo –faltaron Félix Taberna y Fernando Domínguez– y arropados por sus respectivas familias y la presencia muy especial de su hijo Aiur, de 10 años, y su hija Nair, de 5. También por sus padres, José Ángel Remírez y Esperanza García, y Jesús de la Fuente e Isabel Calle, así como de sus hermanas y hermanos y otras/os allegadas/os.

El acto se celebró en el Palacio Real de Olite, localidad que el Ejecutivo foral volvió a escoger después de que el año pasado Alfredo Sanzol recibiera el galardón en el monasterio cisterciense de Santa María la Real de Fitero, con motivo del 650 aniversario de la incorporación de esta población al Reino de Navarra. Y que Dolores Redondo hiciera lo propio en 2023 en la antigua iglesia de San Pedro de Viana, coincidiendo con el 600 aniversario de la creación del título de Príncipe de Viana por el rey Carlos III el Noble. No en vano, Olite fue sede de la corte de este rey y de su nieto Carlos de Trastámara, que da nombre al premio más importante de la cultura en el territorio foral.

En la celebración de este año sorprendió la ausencia de profesionales del sector audiovisual, al que pertenecen los galardonados, sobre todo porque fue Napar (Asociación de Productoras y Profesionales del Audiovisual de Navarra) quien les propuso para el Príncipe de Viana. Sí estuvo Iñaki Alforja, cineasta, miembro de Napar y del Consejo Navarro de la Cultura y las Artes, que se encargó de la laudatio. A pesar de ello, Remírez y de la Fuente mencionaron en sus agradecimientos al músico Mikel Salas, presencia constante en sus proyectos, al igual que el realizador Natxo Leuza

También nombraron a Pablo Iraburu, fundador de Arena Comunicación, productora con la que el de Noáin hizo su primera película como director: Nömadak Tx (2006). Y no quisieron olvidar a Otilio García y a Josetxo Moreno, ya fallecido, cofundadores de Cines Golem en Pamplona hace más de 40 años.

Remírez y de la Fuente, con parlamentarios navarros. Javier Bergasa

Universidad, cultura y sociedad 

Aparte de Iñaki Alforja, del Consejo Navarro de Cultura acudieron también otros diez de sus veinte miembros: Alfredo Asiáin Ansorena; Elena Goñi Goicoechea; Elur Ulibarrena Herce; Iñigo Pérez Ochoa; Isabel Villanueva; Javier Azanza López; Marta Coronado Ayarra; Mikel Buldain López; Villar López Vallés y Yolanda Campos Bergua. Este órgano es un enlace entre la Administración y los distintos ámbitos culturales y entre sus atribuciones está la de elevar al Ejecutivo foral la propuesta anual de la persona o colectivo que, según su criterio, merece el Premio Príncipe de Viana.

Respecto a las personalidades políticas, se pudo ver a Uxue Barkos, presidenta del Gobierno de Navarra entre 2015 y 2019 y actual líder de Geroa Bai, y a parlamentarias/os en representación de la comisión de Cultura de la Cámara. A saber: Miguel Garrido (Contigo Zurekin), Itxaso Soto (Geroa Bai); Ainhoa Unzu (PSN-PSOE), Ibai Crespo (PSN-PSOE) e Irene Royo (PP).

En cuanto al ámbito educativo y social, estuvieron presentes el rector de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Ramón Gozalo García; la directora del centro de la UNED-Pamplona, Teresa Imízcoz, y el secretario general de la Universidad de Navarra, Jesús María Ezponda Iradier.

Del sector cultural asistieron Iñigo Osés Maestro, miembro de la junta directiva de Kuna (Gestión Cultural Navarra) y facilitador de la Red Innova, y Aritz Otazu, presidente de Editargi (Asociación de Editoriales Independientes de Navarra/NafarroakoArgitaletxe Independienteen Elkartea).

Por último, en el apartado de desconciertos, también cabe destacar que sólo los reporteros gráficos tuvieron acceso al Salón del Rey donde se entregó el premio, ya que las/os redactoras/es tuvieron que ver la ceremonia a través de una pantalla de televisión desde un corredor del Palacio Real sin capacidad para todos los medios. Algo parecido les ocurrió a algunas/os invitadas/os, que tuvieron que seguir el acto en una antesala.