"Aunque dicen que he dado mucho a la música, la música me ha dado a mí mucho más”. De esta manera se expresó el pasado martes el músico y musicólogo Juan Mari Beltran tras recibir el Premio Manuel Lekuona que cada año entrega Eusko Ikaskuntza.
La ceremonia tuvo lugar en Landetxe Kultur Aretoa de Oiartzun, donde Beltran estuvo acompañado de familiares, antiguos alumnos y colegas del mundo de la música.
Un "constructor de puentes entre el folklore vasco y el de otras latitudes"
Nacido en Etxarri-Aranaz, este multiinstrumentista ha sido durante años líder del proyecto Soinuenea Fundazioa, un espacio de investigación, fondo de documentación y museo, en el que se conservan más de 2.000 instrumentos que Beltran y sus colaboradores han ido recopilando desde la década de los 70 hasta la fecha.
A Beltran también se le debe el registro etnográfico de danzas y melodías tradicionales vascas, y la reproducción de instrumentos ya desaparecidos que, finalmente, él mismo aprendió a tocar.
La presidenta de Eusko Ikaskuntza, Ana Urkiza, definió al musicólogo como “un artista que toma lo mejor de nuestro pasado para actualizarlo y transmitirlo a las nuevas generaciones”. Destacó su faceta como “constructor de puentes entre lo tradicional y lo contemporáneo, entre el folklore vasco y el de otras latitudes”.
Ligado a la música desde los 7 años
Beltran, que recibió un trofeo que representa una escultura de Remigio Mendiburu, comenzó sus estudios de txistu y clarinete a los 7 años en Etxarri-Aranatz y con 11 ya tocaba con las bandas municipales.
Más tarde se trasladó a Donostia para estudiar a las órdenes de Isidro Ansorena. A partir de 1966, con el impulso de la Escuela Vasca de Jorge Oteiza, pasó a formar parte como músico de Argia Dantza Taldea.
En los primeros viajes al extranjero de la agrupación en los 70, Beltran comenzó a recopilar instrumentos de allí donde paraba.
Tras la intevención de la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, el pasado martes se celebró una actuación diseñada para la ocasión a cargo del grupo formado por los txalapartaris Ander Barrenetxea y Aitor Beltrán; Errege Belda al acordéon, Fernando Jalon con la dulzaina y la cornamusa; Mendigaña Gorostiaga con la guitarra, el pandero y la voz con Aitor Gabilondo; y con recitado de Andoni Salamero.
