La escritora mexicana Catalina Guzmán Bremer ha presentado en Pamplona su primera novela, Bajo la sombra. Este libro inicia la trilogía Vestigios, un thriller
psicológico que transcurre en un pueblo del Pirineo navarro. La trama oscila entre la superstición y la razón a través de tres historias que se entrelazan en el tiempo, mientras su autora realiza un viaje transatlántico de su México natal a la profundidad de Navarra, en compañía del historiador Fernando Hualde.
La presentación del libro se ha celebrado en la biblioteca del Gran Hotel La Perla de Pamplona, coincidiendo con el 500 aniversario de los procesos masivos de brujería en el Pirineo navarro, tema sobre el que Hualde es experto.
Bajo la sombra se desarrolla en un pueblo del Pirineo navarro en la España de 1978, donde Eva, una madre soltera y huérfana, regresa al hogar familiar tras la muerte de su abuela. Acompañada por su hijo, la protagonista enfrenta los secretos de sus antepasados y, a medida que explora el pueblo navarro, su historia se entremezcla con la de quienes habitaron la misma casa en épocas distintas.
El texto explora el choque entre lo nuevo y lo antiguo, lo foráneo y lo local. Un pueblo profundamente arraigado en sus tradiciones, donde la religión, las creencias populares han permanecido intactas a lo largo del tiempo.
Catalina Guzmán Bremer construye una historia en la que "la identidad y la pertenencia juegan un papel clave, mostrando cómo los secretos del pasado y la desconfianza hacia lo desconocido pueden convertirse en barreras difíciles de romper", explican desde Medialuna Ediciones.
El alma del Pirineo
A lo largo de la novela, "el lector descubre el alma del Pirineo navarro a través de sus costumbres, su arquitectura y su gastronomía". La novelista mexicana teje "una ambientación rica en detalles, en la que los edificios de piedra, los paisajes montañosos y los sabores tradicionales cobran vida en cada página, en las que menciona algunos de los platos o bebidas típicas del lugar".
Además, la autora introduce referencias a festividades locales y rituales ancestrales que han perdurado en el tiempo, reforzando la atmósfera envolvente de la historia y "sumergiendo al lector en un escenario tan real como inquietante".
Guzmán Bremer ubica en este paraje tan alejado de México, su novela debut debido a "sus raíces ancestrales y su gran admiración por la cinematografía española, en especial por el género del thriller".