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Chivite: “La verdad es incómoda para los que quieren ocultarla, pero es clave para la democracia”

La presidenta elogia el compromiso de los cineastas Remírez y de la Fuente, quienes tienen una “mirada humana, empática y que refleja las violaciones de los derechos humanos”

Chivite: “La verdad es incómoda para los que quieren ocultarla, pero es clave para la democracia”Javier Bergasa

Kanaki Filmses una productora con una “mirada humana, empática y que refleja las violaciones de los derechos humanos con propuestas visuales que no huyen de la realidad por cruda que sea”. Así describió María Chivite este sábado en su intervención durante la entrega del Premio Príncipe de Viana las dos décadas de trabajo de los cineastas Raúl de la Fuente y Amaia Remírez, “dos referentes en el sector audiovisual, ejemplo de cómo se puede emprender y liderar desde lo local sin renunciar a la proyección internacional”.

Trabajo coherente, humanista y ético

La presidenta de Navarra aseguró que el galardón representaba el mayor reconocimiento que se puede conceder en el ámbito de la cultura en la Comunidad Foral, que, en esta ocasión, se otorga por una trayectoria consolidada y un trabajo coherente y profundamente humanista y ético. Vuestra propia constitución como empresa ya se muestra hacia el público como una declaración de intenciones con ese nombre”, señaló.

Así, los productos audiovisuales de Remírez y De la Fuente destacan no solo por contar historias, sino por saber cómo hacerlo, “de una manera única y emocionante, que conmueve a la audiencia y que nos debe conducir a una reflexión como sociedad. Y también a la acción. Contra las injusticias, contra las vulneraciones de los derechos humanos y a favor de una sociedad más humanizada”, reflexionó.

Asimismo, mencionó que en la actualidad se está viviendo un momento de la historia en el que se necesitan “prescriptores de la justicia social, de la paz, de la igualdad, de una vida menos individualizada y personalista, y más solidaria y comprometida con el entorno próximo. Pero también con el que, siendo más lejano geográficamente, sigue estando formado por personas.

En ese sentido, Chivite defendió la cultura como un espacio de libertad creativa, de verdad, de coherencia intelectual y de reivindicación del pensamiento crítico, frente a un evidente “avance del autoritarismo, la nostalgia, manifestada incluso en nuestro país, de dictaduras crueles”. También frente a “la involución en el reconocimiento de la igualdad y la diversidad, el rechazo a la pluralidad o el negacionismo del cambio climático”.

Apología de la verdad

De esta forma, la presidenta puso en valor la “verdad” con la que trabajan los cineastas premiados a través de unos testimonios que muestran la cruda realidad, aquellas cosas que no siempre se quieren contar. La verdad es incómoda para quienes quieren ocultarla, pero es necesaria para una sociedad democrática. La verdad nos recuerda la imperfección, la contradicción y nos abre un camino a la mejora”, aseguró.

Y dijo que esto casa con su interés por “humanizar las políticas públicas”, aspecto en el que tuvo unas palabras para tocar la actualidad y señalar el despido de la plantilla de BSH como ejemplo de una “actuación injusta”. “El día en que la cultura o la política dejen de ser sensibles con su entorno, habrán dejado de ser lo que están llamadas a ser, una herramienta para la rebeldía y la transformación”, equiparó para, finalmente, concluir que, frente a la tentación autoritaria, hay que ofrecer “más cultura, más pensamiento, más arte y más democracia”.