El día ha llegado. Netflix estrena hoy la cuarta temporada de The Witcher, marcando un punto decisivo para una de las producciones más ambiciosas y polémicas de la plataforma. La serie, que en su debut fue presentada como la gran heredera de Juego de tronos, atraviesa a día de hoy una etapa de evidente desgaste y regresa con un reparto renovado y con la difícil tarea de recuperar la confianza de un público que ha ido perdiendo interés con el paso de los años.
El cambio de protagonista sigue siendo el elemento más comentado. Liam Hemsworth asume el papel de Geralt de Rivia, reemplazando a Henry Cavill, quien interpretó al brujo en las tres primeras temporadas y abandonó la producción entre rumores de desacuerdos creativos con los responsables del guion.
Aunque Netflix trató de presentar este cambio como una renovación necesaria, la marcha de Cavill dejó una herida abierta entre los fieles seguidores de la serie. De hecho, el propio Hemsworth desveló que tuvo que alejarse de las redes sociales tras la oleada de odio que recibió al anunciarse su fichaje por la serie: “Había bastante ruido y tuve que dejarlo a un lado. Empezaba a distraerme.”
La cuarta temporada incorpora más caras nuevas y personajes de los libros de Andrzej Sapkowski en los que se basa, entre ellos Laurence Fishburne (Matrix) como Regis.
Del éxito a la caída
El fenómeno que en 2019 se convirtió en un éxito inmediato para Netflix ha perdido gran parte de su fuerza. La tercera temporada de The Witcher experimentó una importante caída en las audiencias. Las críticas apuntaron a una pérdida de coherencia narrativa y a un exceso de acción que dejó de lado los conflictos éticos y filosóficos que distinguen al universo literario de Sapkowski. Y alimentando aún más la polémica, el productor Tomek Baginski aseguró que las caídas en los índices de share se debieron a redes sociales como Tik Tok. En su opinión, simplifican la narrativa y hacen que la audiencia sea menos receptiva a historias largas y complejas.
La cuarta entrega de The Witcher se centra en el reencuentro de Geralt (Hemsworth), Yennefer (Anya Chalotra) y Ciri (Freya Allan), que acaban separados por la guerra y múltiples amenazas en la anterior entrega de capítulos. Hasta que se reúnan, Geralt emprende ruta con nuevos compañeros decisivos como Regis, mientras Ciri y Yennefer lidian por su cuenta con amenazas políticas y mágicas que condicionan el destino de la joven.
Netflix confirmó que la quinta temporada será la última y que las dos últimas tandas de capítulos se grabaron de forma consecutiva para cerrar la historia principal. La plataforma de streaming busca con ello asegurar un final digno para una serie que, pese a sus tropiezos, sigue siendo una de las más reconocibles de su catálogo.
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