La Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha restaurado la escultura “Homenaje a Sáenz de Oiza. Partición del espacio por oposición de dos diedros”, obra del artista Jorge Oteiza (Orio, 1908-San Sebastián, 2003). Los trabajos, que se han prolongado durante dos meses, han sido ejecutados por la empresa especializada Cloister Services 2000, S.L., bajo la dirección técnica de la Fundación Museo Jorge Oteiza. La pieza rinde tributo al arquitecto navarro Francisco Javier Sáenz de Oiza (Cáseda, 1918-Madrid, 2000), referente de la arquitectura contemporánea en España y autor del campus de Arrosadia, donde se encuentra, al aire libre, esta creación del escultor vasco; en concreto, en el jardín de América, junto al Aulario.

La intervención ha contemplado, en primer lugar, un estudio pormenorizado del estado de la obra, que ha incluido el mapeo de daños y la identificación de los agentes de deterioro. Posteriormente, se ha llevado a cabo la eliminación de suciedad superficial, grafitis, adhesivos y otros residuos acumulados mediante procedimientos mecánicos y químicos.

El proceso ha continuado con la limpieza general y la eliminación de óxidos, además de la inhibición de las zonas afectadas. También se han recuperado las áreas donde se había perdido la protección metálica original. Además, se ha aplicado una nueva protección localizada y general para preservar la escultura en el futuro. El proyecto ha concluido con la aplicación de una protección final y la redacción de un informe técnico detallado sobre las actuaciones realizadas.

La obra del escultor vasco, protegida por una carpa mientras ha durado la restauración. Diario de Noticias

Descripción de la escultura

La escultura “Homenaje a Sáenz de Oiza. Partición del espacio por oposición de dos diedros” data de 1996 y está fabricada en chapa de acero. Fue la primera obra escultórica instalada en el campus de Arrosadia. De estructura sencilla, se compone de una base metálica y tres piezas verticales dispuestas en diferentes planos. El espacio vacío actúa como elemento protagonista, una constante en la trayectoria de Oteiza.

La escultura tiene su origen en una maqueta realizada por Oteiza en 1959 y titulada “Oposición de dos diedros”, en la que el artista exploraba la apertura y desocupación del espacio tras su serie de “Cajas vacías”. El original de esta obra se conserva actualmente en la Fundación Museo Jorge Oteiza de Alzuza.

Francisco Javier Sáenz de Oiza, a quien está dedicada la pieza, era amigo de Oteiza, con quien coincidió durante la construcción de la basílica de Nuestra Señora de Aránzazu: uno, como arquitecto, y el otro, como autor del friso escultórico del apostolado. En la Comunidad Foral, además de los edificios y el campus de Arrosadia, el navarro diseñó el Museo Jorge Oteiza en Alzuza.