Dice Jesús Carlos Gómez Martínez (Pamplona, 1961) que “escribir una novela es tan duro como cavar una zanja”. Él sabe de eso. Con unas cuantas alumbradas en una trayectoria de más de 40 años dedicada a la literatura y el periodismo, el autor navarro reconoce que ha dado en Justiciero con “una de las mejores historias” de su carrera.
PREGUNTA: ¿Cómo surge esta novela en la que fantasea con matar a la muerte?
RESPUESTA: Yo siempre digo que hay novelas que te encuentran y hay novelas que tú buscas y terminas o no encontrando. Justiciero pertenece al primer grupo. Surgió en un hospital, con la muerte de un familiar. Me impresionó mucho, y es una gran historia. Tenía que escribirla. Un buen escritor necesita esto: historias muy buenas, y yo creo que la de Justiciero es una de las mejores que me he encontrado en mi carrera como escritor. Y Miguel, su protagonista, es uno de los mejores personajes de mi obra. De esa muerte, de esos días en un hospital, surgió la idea, el germen de esta novela. Para terminarla tuve que trabajar mucho. Algunos piensan que escribir una novela es algo dulce, romántico…, y no es así. Escribir una novela es tan duro como cavar una zanja, y los que escribimos de verdad lo sabemos.
P: La Muerte, así, en mayúsculas, es uno de los grandes temas de la historia de la literatura y una de las preocupaciones universales de nuestra existencia. ¿Por qué le apetecía abordar este tema?
R: No fue una decisión o una apetencia; fue una necesidad. Necesitaba abordar no este tema, sino esta historia. Necesitaba cazar este sueño en un fajo de folios. Justiciero es diversión, pero es, también, una novela que invita a reflexionar. La muerte, ¿es realmente tan mala? ¿Es, realmente, la antagonista de nuestras vidas? En cualquier caso, sí que es uno de los grandes temas de la literatura. Es, incluso, un componente indispensable en las novelas. Chesterton repetía que una novela sin muerte es una novela sin vida. “Hoy pasa. Ayer se fue”, escribió Quevedo. La rosa se marchita. La muerte aguarda a la vuelta de cada esquina, se acerca sigilosamente, se nos echa encima. La muerte es eterna y, en consecuencia, la vida no es nada. La muerte debe ser, casi, una obsesión para el creador, y lo es para hombre.
"Intentamos disfrutar de la vida y olvidarnos de su desenlace; no podemos escapar de la muerte y pensamos que es mejor ignorarla"
P: ¿Cómo surge el personaje de Miguel, el Justiciero?
R: Yo creo que todos hemos sido y somos Miguel. Miguel asiste impotente a la muerte de su abuelo. “Y tú, ¿cuándo te vas a curar?”, le pregunta en el hospital. Y su abuelo le contesta: “Nunca, Miguel. Nunca. Estaré aquí hasta que la Muerte venga a visitarme”. Al chico le parece injusto y se rebela. Porque nadie debería morir. Nadie. Y, naturalmente, todos luchamos y nos rebelamos contra la muerte. Contra nuestra propia muerte y contra la muerte de nuestros seres queridos. Por eso, sencillamente, acudimos a los médicos. Nos rebelamos. Luchamos contra la muerte aunque sepamos que, tarde o pronto, ella se llevará la partida. El protagonista de mi historia tenía que ser un chaval o un loco. Está claro. Y, si hubiera sido un loco, no hubiera sido ésta la historia. Sólo un chico o un loco anhela y lucha por vencer definitivamente a la muerte y acabar con ella para siempre. Y no creo, ni mucho menos, que mi protagonista salga derrotado.
P: La muerte es muy diferente de esa vieja a la que el protagonista imagina... La encarna más bien un tipo que parece un sicario.
R: ¿Qué es la muerte? La muerte es la nada. La ausencia de vida. Es cada instante, que vuela y, por tanto, no existe. Siempre hemos representado a la muerte como una vieja con una guadaña implacable. O quizá como un buitre de alas negrísimas que sobrevuela por encima de nosotros. Pero la muerte no es ningún buitre, ni ninguna vieja que se valga de guadañas. La muerte es impotencia, angustia, soledad, miedo…, y también misterio y esperanza, al menos para algunos. La muerte es una compañera inseparable de nuestras vidas. Y es implacable, sí. Y es, desde luego, mucho más poderosa que una vieja. No me gustaba, sinceramente, esa representación. Alguien me dijo una vez que la muerte nos cuadra a todos, y a una vieja la puedes despachar de un manotazo.
“Algunos piensan que escribir una novela es algo dulce, romántico..., y no es así; es tan duro como cavar una zanja”
P: ¿Cómo ve nuestra relación con la muerte? En esta sociedad vivimos de espaldas a esa certeza inevitable...
R: Sí, estoy de acuerdo. Yo creo que intentamos disfrutar de la vida y olvidarnos de su desenlace. No podemos escapar de la muerte y pensamos que es mejor ignorarla. Sólo nos queda la religión, pero a mucha gente la religión no le vale. Yo creo, sin embargo, que hay más personas religiosas de las que parece. Muchísimas personas necesitan un asidero, necesitan esperanza, y la religión proporciona eso. El católico, pongamos como ejemplo, camina sobre las aguas con su fe y, naturalmente, con su duda. ¿Cómo no va a dudar? Y quizá la religión y la muerte sean temas tabús. Nuestro pensamiento de cara a la religión o a la muerte, que van de mano, varía a lo largo de nuestra vida. Cuando uno es joven, no piensa en la muerte. La vida te va robando todo, acaba dejándote a solas con la muerte, y la situación varía de medio a medio.
P: La novela alude a la importancia de expresar y mostrar los sentimientos de amor y cariño a quien queremos en el día a día, ya que, si no se hace, luego nos lamentamos cuando las personas se han ido...
R: Sí, claro. Cuando llegamos a cierta edad, todos echamos de menos a personas que han fallecido, y nuestra sociedad no hace justicia con muchas personas. Muchas veces enterramos bien a los muertos, pero fallamos demasiado con los vivos. Somos injustos en muchas ocasiones. Priman los intereses. Hay personas a la que se encumbra injustamente, y hay personas a las que se les niega méritos obvios. Estoy hablando, ya lo sé, del conocido tema de las amistades, de la política, de las relaciones públicas…
P: “La violencia siempre es mala”, dice la novela. Vivimos un genocidio y otras tantas guerras e injusticias... ¿Escribiendo lo tiene presente?
R: Las injusticias, como la muerte, son algo innato al ser humano. El hombre hace prevalecer, por encima de todo, sus intereses. Los intereses y la fuerza prevalecen sobre valores como la razón, la justicia, la verdad, la vida… El hombre lo enmierda todo. La condición humana es así, y la literatura, si es realista, así lo refleja. Mientras haya vida, habrá guerras, abusos, injusticias, asesinatos… El hombre no va a cambiar. Yo soy muy pesimista con todo esto.
Título: Justiciero
Editorial: Siníndice
Páginas: 122
Precio: 18 euros
EL AUTOR
Jesús Carlos Gómez Martínez nació en Pamplona en 1961 y lleva más de cuarenta años dedicándose a la literatura y el periodismo. Escribió reseñas cinematográficas para el diario Navarra hoy. Ha colaborado en rotativos como El Norte de Castilla, El Diario Vasco, Diario de Noticias y Heraldo de Aragón. Destacan en su bibliografía Actos de amor ingrato (Libro de cuentos, 1993), Capricho de faraones (Libro de cuentos, 1995), Sanfermines forever (Artículos, 1995), Tántala (Libro de cuentos, 2000), La historia secreta de los kilikis de Pamplona (Libro de cuentos, 2001), El alma de las hormigas (Artículos, 2003), Esas horas tan breves (Novela, 2005), Mujeres que yo amé (Libro de cuentos, 2006), Un verano muy emocionante (Novela, 2006), Rateros (Novela, 2008), Justiciero de Dios (Novela, 2009), Paraíso asesino (Novela, 2010), Shakespeare, los fantasmas y yo (Ensayo, 2011), Siniestro Caravinagre (Novela, 2012), También yo me acosté con Ava Gardner (Libro de cuentos, 2013), Secretos de Hemingway (Libro de cuentos, 2014), Los muertos no cantan (Novela, 2015), Solos quedan los muertos (Novela, 2016), Sueños de un cadáver (Artículos, 2017), Barrio chino (Novela, 2017), Sangre negra (Novela, 2019), Papa bueno, papa muerto (Novela, 2020), Destino (Novela, 2021), Los bobbies huraños (Novela, 2021), Matar es fácil (Novela, 2022), Noticia del terrible kiliki Coletas (Novela, 2023) y Demasiados muertos (Novela, 2024). Con sus libros, artículos y relatos ha ganado, entre otros, los premios Ciudad de Huelva, Platero (ONU, Ginebra), Querido Borges (California, EE.UU.), Francisco Ynduráin, Rafael Comenge, San Fermín, Nuestro Modo de Ver y Leandro Perdomo (1998 y 2016).
        
    
    
src="https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/statics/js/indexacion_Trebe.js">