La Filmoteca de Navarra dedica una sesión especial al trabajo de Irati Gorostidi Agirretxe
Proyectará este jueves, 27 de noviembre, los cortos 'Unicornio', 'San Simón 62' y 'Contadores'
Con motivo del estreno, el 12 de diciembre, deAro berria, primer largo de la navarra Irati Gorostidi Agirretxe, la Filmoteca de Navarra dedicará este jueves, 27 de noviembre, su Foco Punto de Vista a mostrar tres de sus cortos: Unicornio,San Simón 62 y Contadores.
Así, la sala de Mendebaldea propone un recorrido por la obra de Gorostidi, que en 2021 ganó el Premio X Filmsdel Festival Punto de Vista, del cual emanó San Simón 62. Este es un cortometraje documental codirigido con Mirari Echávarri que sirvió de germen para el inicio de la exploración de la cineasta en torno a la comunidad Arco Iris.
En el Zinemaldia
A partir de esta película, Gorostidi, ya desde la ficción, desarrollóContadores, estrenado en la Semana de la Crítica en Cannes y, más recientemente, Aro berria, que participó en la residencia Ikusmira Berriak y que finalmente se estrenó en este reciente Zinemaldia, logrando una mención especial del jurado de New Directors. Un reconocimiento que la consolida como una de las directoras independientes emergentes más interesantes del panorama.
Los cortometrajes
Así, la sesión incluirá Unicornio (2021). En su huida, M. se refugia en una casa abandonada. Entre el resonar de sus intentos por acomodarse al lugar, distingue unas pisadas en el exterior que le incitan a abrir la puerta. Un fortuito visitante, que se convertirá en su compañero de refugio, entra en la casa.
También se proyectará San Simón 62 (2022), codirigido entre Irati Gorostidi y Miren Echavárri. En los 80, un convento navarro albergó a la comunidad del Arco Iris. En la actualidad, el edificio está habitado por monjes de clausura y las huellas de aquella época son imperceptibles. Dos cineastas se acercan al lugar atraídas por los testimonios de sus madres que, intentando desprenderse de las secuelas del franquismo, pasaron por la comunidad.
Y Contadores (2023). Durante las negociaciones por un nuevo convenio del metal en 1978, un grupo de militantes libertarios defiende ante sus compañeros de fábrica su radical postura mientras atestiguan con decepción la atomización del movimiento obrero.