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El Palacio de Elío aspira a convertirse en un espacio de cultura y sostenibilidad

Un tributo a María Luisa Elío ha servido de presentación del proyecto, que desplegará su programa a partir de 2026

El Palacio de Elío emerge como proyecto de cultura y sostenibilidadJavier Bergasa

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El Palacio de Elío, situado en Elío, término municipal de Ciriza, muy cerca de Etxauri y a unos 16 kilómetros de Pamplona, comienza a renacer después de casi un siglo deshabitado y lo quiere hacer a través de un proyecto sociocultural que dará sus primeros pasos en enero de 2026 y ofrecerá eventos como recitales de música y poesía, catas de vino, talleres o encuentros, a razón de uno cada mes. Y exposiciones, siendo Carlos Ciriza el primer artista que exhibirá su obra en este señorío cuyas primeras referencias históricas datan del siglo XII, con García Ramírezel Restaurador en el trono del Reino de Pamplona.

Casi nueve siglos después de su creación, Fernando Ojeda ostenta actualmente el título de señor de Elío, que le llega vía materna, ya que es sobrino nieto de Fabiola de Mora y Aragón, que fuera reina de Bélgica, y que, a su vez, era hija de Blanca de Aragón y Carrillo de Albornoz Barroeta-Aldamar y Elío, nacida en 1892 en Getaria, heredera del señorío y conocida, sobre todo, por haber impulsado la carrera de Cristóbal Balenciaga.

Precisamente, Ojeda, exmodelo y exempresario hostelero, se hizo con el señorío después de negociar con la entidad que gestiona el legado de la reina Fabiola, fallecida en 2014. Y allí ha instalado la sede navarra de su principal ocupación, la Fundación ReForest Project, de la que es presidente y cuya labor es intermediar entre grandes corporaciones que quieren compensar la huella de carbono que generan y entidades públicas interesadas en recuperar espacios naturales; aunque él siempre dice que se dedica a plantar árboles. Y en el palacio propiamente dicho, que tiene más de 750 años de antigüedad y en el que han tenido cabida proyectos que no han acabado de fraguar, aspira a generar un espacio de cultura, tradición y de actividades relacionadas con el medio ambiente.

Fernando Ojeda.

María Luisa Elío para empezar

Para dar a conocer esta propuesta, el martes 25 de noviembre se celebró en el edificio un acto de homenaje a la actriz y escritora María Luisa Elío, figura fundamental del exilio republicano en México, nacida en Pamplona en 1926 y descendiente de uno de los señores de Elío. La autora del libro Tiempo de llorar y del guión de la película En el balcón vacío, que también protagonizó y que recientemente restauró la Elías Querejeta Zinema Eskola de Donostia, tuvo sus raíces siempre presentes en su memoria y en su obra y su figura está siendo reconocida desde hace unos años. “A su regreso a España, siempre visitaba su Pamplona natal y también se acercaba aquí, a Elío, a ver la casa de su familia. Hay muchas fotos de ella en la reja de la entrada”, recordaba ayer Ojeda.

El tributo, al que asistieron representantes de distintos ámbitos de la cultura navarra, fue diseñado por Elisa Peñagaricano, gestora cultural que se encargará de la programación y el desarrollo de negocio del Palacio de Elío. Tras la apertura a cargo de Fernando Ojeda, la poeta Inma Biurrun recitó dos poemas dedicados a Elío y al exilio, refiriéndose a la infancia que la escritora evocó en su película, que fue pionera el cine experimental de la época y ofrece una visión íntima de los acontecimientos vividos por ella y su familia en Pamplona al inicio de la guerra.

A continuación, Paula Vilella acercó la faceta literaria de la homenajeada, que, gracias al impulso de su único hijo, Diego, publicó su primer libro a los 62 años, dando a conocer “una voz literaria madura y auténtica”.

Posteriormente, la cineasta Mercedes Álvarez presentó a la María Luisa del exilio en México y su labor como guionista, antes de que interviniera Josemi Gastón, director del Instituto Navarro de la Memoria para subrayar la relevancia de su legado y la gran pérdida cultural que sufrió Navarra con el exilio de escritoras como ella, de pedagogas como Carmen Húder y pintores como Gerardo Lizarraga, entre otros. Asimismo, animó a acceder a la web de Mujer y Memoria, donde se puede apreciar la tres R que marcaron la vida y la obra de estas mujeres: reivindicación, represión y resistencia. Y anunció la celebración de una exposición sobre Elío en 2026.

En su caso, la escritora Fátima Frutos, que no pudo acudir por encontrarse en París investigando para su tesis doctoral sobre María Luisa Elío, envió unas palabras en las que calificó los textos de la autora pamplonesa de “literatura de las entrañas, genuina”, así como los valores que transmite y el amor a Navarra que reflejan sus notas. “Ponen de manifiesto que regresar es recordar lo que una vez fuimos”, agregó. Esta frase es muy similar a la que un día pronunció Gabriel García Márquez, que fue amigo íntimo de Elío, a la que dedicó Cien años de soledad. “No somos aquello que nos acontece, sino aquello que recordamos”, dijo el Nobel colombiano. 

‘Volver a casa tan tarde’

Por último, la cineasta Celia Viada, que tampoco estuvo, mandó un mensaje en el que expresó lo mucho que ha significado para ella conocer a María Luisa Elío, que no solo la ha llevado a leer a Octavio Paz o María Zambrano, sino también a realizar el documental Volver a casa tan tarde, en el que recupera fragmentos de En el balcón vacío, “una obra hermosa para la que ella logró movilizar a todo su entorno”.

La película de Viada, que compitió este año en Cannes, se realizó en el seno del proyecto X Filmsdel Festival Punto de Vista y recientemente ha recibido premios en el FICX de Gijón y en L’Alternativa de Barcelona