mercedes Milá se reincorpora mañana a la televisión, concretamente al canal #0 de Movistar+, con Scott y Milá, un programa íntimo, personal y “muy diferente” a todo lo hecho anteriormente, donde la periodista se apoya en su perro para desnudarse “por dentro y por fuera” tras el parón necesario para recuperar la salud. “Acostumbrada a la locura de una producción inmensa como fue Gran Hermano, donde tuve un desgaste de mi cerebro muy profundo y un estrés que me hizo saber lo que es la hiel de la depresión y del llanto, creo que he renacido”, confiesa la periodista que titula así, precisamente, el primer capítulo de la serie, Renacer.

Feliz, ilusionada y con energías renovadas, Mercedes profundizará sobre temas muy diversos desde una perspectiva muy personal y emocional. El mundo desde su mundo, con libertad, riesgo, emoción, humor y junto a su querido perro: Scott. “En este programa voy a hacer cosas que a mí me importan y que no he hecho nunca antes”, asegura Milá, en una declaración de intenciones.

La presencia de Scott, su alegre mascota y compañero de expediciones, provocará momentos que conquistarán la sonrisa y el corazón de muchos, como le pasó a la propia Mercedes. Scott es el amigo de aventuras, el apoyo y la alegría, la épica y la comedia. Juntos forman una peculiar y única pareja televisiva. La curiosidad y el deseo de escuchar y ayudar llevarán a la presentadora a conocer personas, animales y lugares de los más diversos. Scott y Milá nace sin fronteras y va de Barcelona a Bombay, pasando por Málaga y el Congo. Fernando Velázquez pone música a esta aventura. Compositor imprescindible del último cine español, ya que está detrás de la banda sonora de películas como Lo imposible y ha ganado de un Goya por Un monstruo viene a verme, ha aportado su talento, consiguiendo la atmósfera perfecta para el programa.

cuatro capítulos Scott y Milá, formato producido por Zanskar Producciones en exclusiva para el canal #0 de Movistar+ y dirigida por David Moncasi, constará de dos entregas de cuatro episodios temáticos de cincuenta minutos cada uno. La primera entrega se estrena mañana, a las 22.00 horas, y la segunda, que ya ha comenzado a grabarse, llegará a #0 en otoño.

“Cumplo años y sigo haciendo tele, que va tan unida a mí”, afirma Milá a la vez que reconoce que, esta vez, había tardado en volver “más de la cuenta”. Pero con una decisión muy meditada: después de desechar varias ofertas, fue su amiga María Ruiz, directora de la productora Zanskar, quien le aconsejó Movistar+. Milá explicó que había visto los programas de Jesús Calleja y de Raúl Gómez, “el detalle tan exquisito que tienen” y pensó que quería algo así: “Me apetecía un proyecto más tranquilo, que fuese grabado, poderlo editar muy bien”.

“Fue una suerte y un marronazo que Mercedes aceptara, porque todo el mundo está siempre muy pendiente de lo que hace”, añade María Ruiz, quien explicó en la presentación del programa que en Scott y Milá la presentadora “se queda sin parapetos, en el centro de los temas para que el espectador conecte directamente con la emoción”.

entregas El primer episodio, Renacer, habla de su proceso de recuperación y de cómo su perro, un schnauzer mini de cinco años y heredado de su madre, le ayudó con su sola presencia. En el segundo, Amor animal, Milá se vuelca en el amor a los animales a partir del que siente por Scott, y viaja a África para entrevistar Jane Goodall y mostrar un santuario de recuperación de chimpancés. Identidad es el asunto del tercer capítulo donde, en una caravana, recorre con su perro su Catalunya natal en busca de lo que significa la identidad y, en el cuarto, Eco-Conciencia, repasa el pensamiento ecológico y la salud del planeta ayudada por un abogado indio Campeón de la Tierra de la ONU. Milá ha propuesto un programa de “mujeres con descaro, un programa donde no haya ni un hombre”.

Fernando Jerez, director del canal, no buscaba “periodismo ni a la presentadora, sino a Mercedes Milá”, aunque María Ruiz agrega que los programas “no van” de su vida, “sino de cómo ella ve las cosas, las digiere. Al principio le costó entender qué queríamos pero luego he llegado más lejos que nunca en mi vida”, ratifica Milá.