un superhéroe con mucho más de Superlópez que de Supermán en una historia vecinal, de barrio e irreverente se ha convertido en el último éxito de una nueva hornada de comedias españolas televisivas que destacan por su originalidad, su falta de pudor y un gran toque gamberro. Se trata de El vecino, un éxito silencioso de Netflix, bajo la dirección de Nacho Vigalondo y con un reparto encabezado por Quim Gutiérrez y Clara Lago, que se une a una serie de títulos que se han convertido en objeto de culto de los seriéfilos, entre los que destacan Vida perfecta, Paquita Salas, Vota Juan, Vergüenza, Las señoras del (h)AMPA y Mira lo que has hecho.

‘Paquita Salas’ La primera de esta nueva generación de series fue Paquita Salas, un producto divertido, fresco y con muy poca vergüenza, que conquistó en 2016 a los espectadores desde su primer capítulo, como webserie en Flooxer (Atresmedia), que vieron 300.000 usuarios. Un proyecto de Javier Ambrossi y Javier Calvo, más conocidos como los Javis, que se metieron al público en el bolsillo gracias a un personaje único y sin ningún prejuicio. Una representante de actores, cincuentona, algo pasada de moda, que se lía con el e-mail y que apenas tiene representados. Un dardo directo al corazón de los espectadores, manejado con soltura por Brays Efe. Un actor interpretando a una mujer, una protagonista con mucho de perdedora y unos secundarios que saben reírse de sí mismos y valga el ejemplo de Anna Allen, la actriz que se inventó una carrera de éxito y que reapareció autoparodiándose en un monólogo mítico de la serie cuya cuarta temporada, de nuevo en Netflix, está a la espera de que sus creadores tengan un hueco en su apretada agenda.

‘Vergüenza’ y ‘Vota Juan’ Al año siguiente llegó todo un bofetón televisivo en forma de una serie que daba vergüenza ver, como indica su título, pero que generaba un morbo al que era difícil resistirse. Javier Gutiérrez y Malena Alterio mostraban en pantalla todos los momentos en los que cualquier persona diría “Tierra trágame” y lo hacía con una desvergüenza digna de admiración. No es que los protagonistas sean los malos de una historia o los metepatas tiernos. Son directamente dos seres a los que dan ganas de matar o al menos de esconder en un cuarto oscuro. Una apuesta de Movistar+ tan disparatada como incorrecta que estrenará este año su tercera temporada.

Por la segunda temporada va Vota Juan, cuya continuación se llamará Vamos Juan, con un Javier Cámara que conquista a los espectadores pese a ser un trepa, un caradura, un inútil como ministro y un peor padre. Y si la primera temporada ya fue una comedia alocada, con un punto clásico, pero que cargaba contra todo estereotipo; la segunda, que también llegará este año, promete ser “más crítica, más provocadora, más oscura y con mucha más comedia”, según sus creadores. A ello contribuirán sin duda el resto de los personajes de esta historia política, desde María Pujalte a Adam Jezierski pero, sobre todo, Esty Quesada Soy una pringada, una robaescenas de libro que se apodera de la narración cada vez que aparece.

Mira lo que has hecho y Las señoras del (h)AMPA son otras dos series que han destacado, dos estilos totalmente opuestos de ficción, uno más moderno, otro más tradicional, pero los dos con ese punto absurdo que tanto gusta a los españoles.

Un área en el que Berto Romero es todo un experto. Guionista, cómico y actor, desde hace años se le conoce por ser el equilibrio perfecto de Andreu Buenafuente en muchos programas televisivos y, en paralelo, desarrolló una carrera en la interpretación con papeles en series como Con el culo al aire o películas como Anacleto: agente secreto u Ocho apellidos catalanes. Pero ha sido su Berto de Mira lo que has hecho, una serie creada por él con tintes autobiográficos, el que le ha servido para demostrar que su vena cómica es grandiosa pero que como actor tiene más registros. Y lo seguirá demostrando en la tercera temporada de una serie sobre la familia, la maternidad, la paternidad y las dudas.

Nada que ver con el humor más anclado en la tradición española del costumbrismo y las comedias corales de Las señoras del (h)AMPA, una serie que tuvo un comienzo flojo pero que se asentó hasta ser renovada para una segunda temporada. Es atípica porque todas sus protagonistas son mujeres -Toni Acosta, Malena Alterio, Mamen García y Nuria Herrero-, porque mezcla los géneros, porque se salta los límites y porque es una caricatura descarnada de estereotipos femeninos. Pese al maltrato de horarios en Telecinco, la serie ha conseguido renovar, se verá en Latinoamérica y se han vendido los derechos para ser adaptada en varios países.

‘Vida perfecta’ Pero si hay una comedia que ha sorprendido en los últimos meses ha sido Vida perfecta, una serie que vivió una polémica antes de incluso empezar a rodarse por el despido de Aina Clotet, que iba a ser una de las tres protagonistas, por quedarse embarazada. En el rumbo del feminismo actual y con una directora, Leticia Dolera, conocida por ser una de las voces más duras contra la discriminación, la polémica estaba servida. Una decisión que, sin embargo, se demostró completamente racional y acertada una vez que se vieron los ocho capítulos de una serie sobre mujeres, con la propia Dolera, Celia Freijeiro y Aixa Villagrán como protagonistas de una historia tan disparatada que resulta tremendamente real. Y que ha servido para mostrar la evolución de una sociedad, la española, en términos de relaciones y sexualidad, con los grandes avances que conviven con las reticencias que aún se mantienen en muchos aspectos, como las discapacidades intelectuales. Es este uno de los aspectos más logrados de la serie, la relación que se establece entre la protagonista y un discapacitado que borda el actor Enric Auquer, el tremendo descubrimiento de la serie.

‘El vecino’ El último en llegar a este puñado de novedosas comedias televisivas es El vecino, una de esas series que se empiezan a ver con cierto temor pero que enganchan inmediatamente por su humor absurdo y a la vez muy terrenal. Dirigida por Nacho Vigalondo y protagonizada por Quim Gutiérrez (Javier) y Clara Lago (Lola), mezcla con habilidad el surrealismo de un superhéroe patoso, tontorrón y muy vago, con el humor costumbrista tan habitual en el cine español.

Los problemas cotidianos de unos vecinos y de su barrio son el contrapeso perfecto para las aventuras disparatadas de Titán, el superhéroe de andar por casa al que interpreta Gutiérrez, que saca su vena más gamberra para este papel. Una serie en la que también destacan y mucho un puñado de estupendos secundarios, como Adrián Pino, como un opositor con pocas ganas de estudiar; Denis Gómez como un camello de medio pelo, o Catalina Sopelana como Julia, la mejor amiga de Lola. Un grupo heterogéneo de personajes que componen un submundo especial, divertido e irreverente y, sobre todo, un ejemplo de lo que puede dar de sí la adaptación de un cómic de superhéores -El vecino, de Santiago García y Pepo Pérez- que nada tiene en común con los Iron Man y Thor de Marvel.