CONCIERTO DE BLACK FRIDAY
Fecha: 27/12/2024. Lugar: Canalla. Incidencias: Muy buena entrada. Luis Huici (voz y guitarra), Juancho Argenzio (teclado y coros), Eduardo García (guitarra y coros), Roberto Monreal “Pope”, (bajo y trombón), David Cerro (trompeta y acordeón), y Julen Arbiol (batería y coros).
Sorprendía, y mucho, la gran afluencia de público que había acudido a la sala, y más tratándose de un viernes navideño en el que, quien más quien menos, todo el mundo tiene ya cubierto el cupo de eventos etílico sociales. El hacedor de la hazaña, un joven grupo de la tierra, Black Friday, que un viernes entre Nochebuena y Nochevieja estuvo a punto de llenar la sala Canalla. La banda cuenta con un álbum (El refugio del norte) que vio la luz en 2016, y un puñado de singles posteriores con decenas de miles reproducciones en las plataformas digitales. No se prodigan demasiado en directo, pero, cuando lo hacen, su público responde, tanto en Navarra como en otras provincias que han visitado.
Musicalmente, son un sexteto de lo más versátil; además de los consabidos guitarras, bajo, teclados y batería, uno de los miembros toca la trompeta y el acordeón. La trompeta les da un toque fronterizo, muy Calexico, mientras que el acordeón parece llevarlos a alguna taberna irlandesa llena de jarras de cerveza y canciones de folk. Si buscásemos referencias, en algunos momentos pueden recordar a La Maravillosa Orquesta del Alcohol, tanto por la instrumentación que utilizan como por la garra con la que defienden sus composiciones.
Si decíamos al principio que sorprendía la cantidad de público que acudió a la cita, no menos sorprendente resultó su actitud, llevando en volandas al grupo, coreando las canciones y celebrándolas como auténticos himnos. Después de comenzar con cortes como Ilusos del mar, Quiero intentarlo o Carita de ángel, estrenaron un tema nuevo, Haz que no duela, canónica balada que captó la atención de la audiencia. Siguieron con Dime, viento, en la que el bajista sustituyó su instrumento por el trombón (toma ya versatilidad), que entabló memorables duelos con la trompeta en esta y otras canciones. Recordaron su bautizo en directo, que tuvo lugar en el Bosquecillo, en diciembre de 2016, antes de interpretar la primera canción que compusieron, Olas explotadas. Después, escarbaron en el esqueleto acústico de Luna, interpretándola con guitarra acústica y acordeón, antes de imprimirle un último arreón con toda la banda tocando a plena potencia. Fue el inicio de un crescendo en el que también sonaron Solo quedo yo, en la que la parroquia cantó a voz en grito los estribillos, o Navegantes, que presentó diferentes ambientes y cambios de ritmo.
Entre Manchester y Shannon sirvió para tomar aliento, aunque en su coda final insertaron en estribillo del Hey Jude, que revolucionó la sala. Con La rueda, también muy coreada, hicieron amago de despedirse, pero la concurrencia reclamó los bises y ellos no se hicieron de rogar demasiado. Regresaron al son de la trompeta y despacharon Querer, quizás la letra más crítica de todo el repertorio, antes de decir adiós, ahora sí, con Cuando salga el sol. Ojalá en el futuro la actividad del grupo no sea tan guadanesca y sus lanzamientos y presentaciones en directo tengan mayor regularidad. Tienen muchísimo potencial y un público que aguarda.