pau. Pierrick Fedrigo (Bouygues) logró la tercera victoria francesa consecutiva en el Tour -sexta en total- al imponerse en un sprint de ocho corredores en la 16ª etapa, en la que Lance Armstrong volvió a asomar en la escena y Alberto Contador conservó el maillot amarillo en una jornada sin cambios en la general.

Una fuga inicial marcó la tercera etapa pirenaica, la de los cuatro colosos (Peyresourde, Aspin, Tourmalet y Aubisque), en la que se incrustó Fedrigo, que impuso su velocidad en Pau y dejó sin premio a un Carlos Barredo que se lo mereció pero fue cazado en el último kilómetro.

En el pelotón hubo tregua. Tras la polémica entre Andy Schleck y Contador, la jornada terminó para el grupo principal a casi 7 minutos. La venganza que prometió el luxemburgués quedó para mañana, en la cima del Tourmalet. Tregua de principio a fin y protagonismo para los actores secundarios.

Pau albergará la segunda jornada de descanso, a la que Contador llega vestido de amarillo a cuatro etapas de París. Andy Schleck, más tranquilo que la víspera, se encuentra a 8 segundos y Samuel Sánchez, que pasó apuros en el Aspin, es tercero a 2 minutos, en lucha por el podio con Denis Menchov.

La etapa prometía con los 11 kilómetros del Peyresourde de salida. De inmediato se formó una escapada con nombres ilustres. Reapareció Armstrong, se coló en la fiesta una vez más Vinoukurov, y se apuntaron Sastre, Kreuziger, Casar y Wiggins, entre otros. El grupo pasó por la cima con un minuto sobre Contador y compañía.

En el Aspin (12,3 km), Charteau abría carrera, con el grupo de Contador y Schleck a 26 segundos. Samuel Sánchez y Gesink, en apuros, cedieron 50 segundos, aunque enlazaron en el descenso.

Armstrong saltó nada más comenzar el Tourmalet, que esta edición se subirá en dos ocasiones, mañana como final de etapa. Tenía ganas el texano de parecerse al que fue y ya no es. Demarró y se fue solo, pero enseguida le acompañaron Cunego y Fedrigo, y se les fueron añadiendo corredores de la primera escapada.

Los 17 kilómetros del Tourmalet permitieron un reagrupamiento general. Casar, Moreau, Rubén Plaza, Van de Walle, Barredo y Konovalovas se unieron. Pasaron por la cima con casi 4 minutos sobre el grupo del líder. Contador aprovechó el ascenso para charlar con Andy Schleck, tal vez para limar asperezas después del caso "cadena suelta".

la osadía de barredo Faltaba el asalto al cuarto monumento de la jornada, el Aubisque, otro puerto de categoría especial, eterno, de 29 kilómetros. La avanzadilla se alteró con sucesivos ataques. Un tirón de Armstrong y dos de Barredo redujeron el grupo a 8 corredores y aumentaron la ventaja sobre el pelotón, donde nadie se movía. En el descenso, a 45 km de Pau, Carlos Barredo dio un golpe sobre la mesa. Una apuesta a un solo número. Salió disparado hacia Pau, dispuesto a ser el noveno español ganador en esa ciudad. Se entregó en el esfuerzo solitario, mantuvo un botín de apenas 30 segundos durante 40 kilómetros, pero bajo el banderín de último kilómetro le engulleron los ocho perseguidores, sin piedad.

El nuevo guión exigía un reducido sprint. Fedrigo, de 31 años y ya con 3 etapas del Tour en su palmarés, no dio opción a nadie.