l Material diferente. Irujo eligió dos cueros de 106,8 y 106,4 gramos, mientras que Barriola se quedó con otros de 106,1 y 106,6 gramos.

l Elección larga. Tanto Irujo como Barriola apuraron al máximo los 15 minutos de que disponen los pelotaris para elegir material. El leitzarra incluso sobrepasó el cuarto de hora.

l Irujo es el favorito. El domingo se cantarán de salida posturas de 100 a 60 favorables a Irujo, aunque también se especula con la posibilidad de que el dinero salga doble a sencillo por el delantero de Ibero, o con una tendencia más exagerada si es Irujo el encargado de ejecutar el primer saque.

l Casi 200 aficionados. Fueron casi dos centenares de personas las que acudieron ayer al Atano III donostiarra para presenciar en directo la elección de material.

l Un Atano exigente. Los finalistas remarcaron la exigencia del escenario de la final, sobre todo a la hora de defender los ataques del rival.

l Sesión con Jaunarena. El leitzarra Abel Barriola aprovechó su desplazamiento hasta San Sebastián para completar un entrenamiento de aproximadamente media hora en el que se midió a su paisano Jon Jaunarena, que el próximo 29 de diciembre debutará como profesional con Aspe.

San Sebastián. Cuenta Abel Barriola que vio la final de la pasada edición del Cuatro y Medio por televisión. Postrado, con la rodilla derecha a la virulé, asistió a la coronación de Sébastien Gonzalez como campeón del acotado y tuvo la oportunidad de anotar cómo sorprender a Irujo, su rival del domingo, dentro de la jaula. Pero ocurrió algo más. El leitzarra recibió un sms premonitorio. Un rayo de luz en medio de la tiniebla en la que se había convertido su dolorosa y grave lesión. "No me acuerdo que pasó por mi cabeza cuando vi aquel partido", reconocía ayer Barriola tras separar material en el Atano III de San Sebastián, "pero sí que recuerdo como dos amigos me mandaron un mensaje diciéndome que el año siguiente yo estaría en la final del Cuatro y Medio. Eso lo tengo bien grabado". Y no les faltaba razón. Una temporada después, el leitzarra va a luchar por el título. "¿Si entonces pensaba llegar tan lejos? Tenía la ilusión, pero lo veía difícil. Sin embargo, aquí estoy", preparado para su quinta final del acotado y con una especial motivación por calarse la txapela. Pero no le resultará sencillo. El domingo se encontrará con el pelotari en activo más laureado. Ocho txapelas adornan el palmarés de Juan Martínez de Irujo. "Quiero la novena como sea", decía ayer el delantero de Ibero, que mantiene intacto su voraz apetito de victorias.

No hubo grandes revelaciones ni mayores problemas en la protocolaria cita con el cestaño. Sucedió lo de casi siempre. Tanto Barriola como Irujo se tomaron su tiempo para elegir con algo más que cuidado los lotes con los que el domingo buscarán la txapela en el frontón de la capital guipuzcoana, cuya grada ha sufrido una necesaria remodelación. El zaguero de Leitza y el delantero de Ibero apuraron al máximo los 15 minutos de que disponen para analizar el material y escoger el más adecuado a sus características. Barriola admitió que "la primera pelota la he elegido bastante pronto, pero encontrar la segunda me ha costado. Buscaba una que anduviese por abajo y al mismo tiempo saliera de frontis, pero no encontraba exactamente lo que quería". Sin embargo, el leitzarra se marchó satisfecho del Atano. Tal vez como Irujo, que nuevamente remitió a todos al postpartido para hablar del material. "El domingo veremos cómo responde", señaló.

un frontón difícil El buen rollo reinó en el último contacto de Irujo y Barriola con el escenario de la final, un frontón, el Atano III de San Sebastián, que los protagonistas de la final calificaron de "difícil", sobre todo para defenderse de los ataques del rival. "El suelo del Atano se pone cada vez más exigente", señaló Barriola, que matizó su afirmación: "La pelota anda mucho y por tanto será muy importante el ataque". Para el leitzarra, el inicio del duelo resultará muy significativo para el desarrollo del choque, aunque "luego hay muchos factores que llevan de un lado a otro el partido". Irujo también habló de la cancha donostiarra, aunque se mostró menos drástico. "Para defender son malos todos los frontones", explicó el delantero de Ibero, para el que el Atano "es un frontón que, cuando el saque pega en la pared izquierda, hace algún extraño; y la pelota de gancho se abre bastante". Buenas apreciaciones que se podrán comprobar el domingo.

Dentro de tres días también llegará el momento de ver si la final del Cuatro y Medio es tan dura e igualada como se encargaron de recalcar una y mil veces los dos protagonistas del duelo. También será la ocasión para dar fe de la recuperación de la mano derecha de Irujo -el tetracampeón del mano a mano señaló que ya no tenía problemas con su principal herramienta de trabajo-. Un montón de incógnitas que aún están por resolver.

El resto de argumentos son de sobra conocidos. Como el favoritismo de Irujo. De salida se cantarán posturas de 100 a 60 a su favor -incluso de doble a sencillo-, circunstancia a la que el implicado restó trascendencia. "Me da igual. El premio es una txapela tanto para él como para mí y ambos tenemos el 50% de opciones de ganarla". Barriola, en cambio, no contradijo a los sabios pelotazales: "Si juego bien, lo tengo complicado; pero, si juego mal, estoy seguro de que no voy a ganar".