En la mente de la mayoría estaba realizar el recorrido largo, 55,6 kilómetros y 3.000 metros de desnivel acumulado que unen las ermitas de San Donato, San Miguel y Trinidad de Erga. Por ello, esta marcha montañera no competitiva organizada por Iratxo Elkartea de Irurtzun también es conocida como la de las tres ermitas. Pero la lluvia apenas dio tregua, por lo que la organización anuló la subida y bajada de Trinidad de Erga. "En Madotz hemos aconsejado que se fuera a Irurtzun por Etxeberri. El terreno estaba impracticable" observó Pello Alzueta, de Iratxo. Lo cierto es que el barro ocasionó numerosas caídas pero afortunadamente no hubo percances reseñables.

Asimismo, numerosos montañeros, más que en otras ocasiones, optaron por el recorrido corto, el camino de Irañeta, de 40,1 kilómetros. También hubo abandonos. "Hemos venido cuatro, pero dos se han dado la vuelta en Txurregi. El barro hace mucha más dura la marcha" observó José Larrazabal, de Bilbao. También lamentaba que la niebla ocultaba las impresionantes vistas que ofrece esta marcha. No obstante, algunos restaban importancia a la lluvia y el barro. "Aun con este tiempo, merece la pena" observó José Javier Razkin, de Berriozar.

Además de los dos recorridos, ambos incluidos en el Circuito de Grandes Recorridos de Euskal Herria, Iratxo ofreció otra opción con motivo del quinto centenario de la conquista de las tropas castellanas de Navarra. Era la subida al monte Gaztelu para conocer las ruinas de uno de los castillos que defendieron el reino, Orraregi.

La del sábado era la 23ª edición de esta marcha que comenzó su andadura en los años 80. Fue a partir de 2002 cuando amplió su recorrido, parecido al actual. Aquel año participaron 200 montañeros, llegando a 1.092 en 2010. En esta edición parecía que se iba a llegar e incluso superar ese número, pero la meteorología no acompañó. "Teníamos todo organizado menos el tiempo" ironizó Alzueta.