Pamplona - El domingo se acabó una semana fantástica para David Merino, en la que acumuló cuatro encuentros y alcanzó la gloria en tres: en la final de parejas de la Feria de La Blanca del pasado martes, en la semifinal del Villa de Labastida del sábado y, un día después, en Sunbilla. Solamente erró el tiro el jueves en el festival mixto de Ezcaray, mientras compartía gerriko con Aimar Olaizola ante Víctor Esteban y Beñat Rezusta. Sin tiempo para quitarle las legañas al frenetismo, el zaguero de Villar de Torre tiene otra prueba esta tarde en el Municipal de Labastida, a partir de las 17.00 horas (en directo por ETB 1). El riojano se unirá a Iker Irribarria ante Mikel Urrutikoetxea y Mikel Larunbe -quien sustituye a José Javier Zabaleta, que sigue arrastrando problemas de manos- en busca del título de la feria.
Merino II ha conseguido dar la vuelta a un julio que “no fue nada bueno”. “En San Fermín acabé con la zurda bastante justa y ahora en agosto estoy disfrutando. Antes, en junio, también me encontraba bien, pero no había demasiados partidos. Lo que tengo que hacer ahora es seguir cogiendo confianza y moral para disfrutar de este juego”, destaca el manista, quien revela que “tenemos un envite complicado. Urrutikoetxea remata mucho y castiga atrás. Será difícil. Nosotros tendremos que hacer nuestro partido y seguir hacia adelante”.
La gran semana de Merino II está llenando de moral el zurrón de un guardaespaldas exquisito, quien en los últimos tiempos necesitaba una racha similar para dar con su perfil en el espejo. “Jokin Altuna marcó las diferencias en Vitoria. En Labastida tuvimos un partido duro y en Sunbilla quedamos 21-22. Si estoy bien, me gusta irme del frontón con la sensación del trabajo bien hecho. No me importa pegarme estas palizas”, argumenta David. De cualquier modo, a pesar de que el traqueteo fue importante, la felicidad le invadió en el Ogueta tras 23 meses sin saborear el primer puesto de un podio: desde San Mateo 2015. “Después de tanto tiempo, volver a ganar una feria, más aún con Jokin, me puso muy contento. Tengo que seguir así, en esta línea”, reconoce el pelotari riojano. La resistencia del binomio formado por Altuna III y el riojano derrumbó el buen trabajo de la primera mitad de choque de Urrutikoetxea-Albisu, una combinación de mayor cilindrada. “El partido se puso cuesta arriba (18-12) y le pudimos dar la vuelta. Para muchos es sencillo ganar en las ferias, pero, para mí, después de tanto tiempo sin rendir a buen nivel, me pone muy contento. Emociona”, argumenta el zaguero de Villar de Torre. Con las espadas en alto, fue el riojano quien comentó a su compañero que era el momento de lucirse. Altuna III, delantero mágico, brilló. “Le dije que tenía que ser la estrella y jugársela. Le salió todo, tanto en ataque como en defensa”, admite.
Era el momento de regresar a los primeros planos. “Ya estoy recuperado y le estoy consiguiendo dar la vuelta a la lesión en la zurda. De todos modos, acabé el Parejas con ilusión, lleno de moral, más que el curso pasado, en el que estaba más decaído. Pueden salir mejor o peor las cosas, pero tengo la cabeza en su sitio”, sentencia el riojano.
Iker Irribarria y David Merino mezclaron bien ante Olaizola II-Untoria en la semifinal alavesa y apuntan su solidez como hoja de ruta para mantener el rumbo hacia el cartón 22. El premio es el título. “Me sentí muy bien. Hablamos que había que cargar el juego en Álvaro y nos salió bien”, remacha. El riojano acabó “fundido” e Iker, con brillo, “marcó la diferencia”. Auguran batalla ante el dueto vizcaíno, donde Larunbe tendrá que trabajar en un escenario en el que la pelota se gasta y los guardaespaldas tienen que tirar de fondo.