El 17 de julio de 1996 se produjo en Navarra uno de los acontecimientos deportivos que más perdurará en las mentes de los amantes del ciclismo y en general de la ciudadanía navarra por la magnitud y emoción que desprendieron las jornadas que se vivieron. La llegada de una etapa del Tour de Francia, como forma de homenaje a Miguel Induráin por su gran palmarés en la ronda gala, supuso algo difícil de olvidar para muchas personas, entre ellas el principal protagonista, el exciclista de Villava. "Que el Tour pasase por mi casa fue algo muy bonito", rememoraba ayer, justo el día en el que se cumplen 25 años, durante la celebración de la marcha cicloturista La Induráin, un homenaje permanente organizado desde entonces.

Miguel Induráin, en la Plaza del Castillo, el 17 de julio de 1996.

Las calles de Pamplona se abarrotaron de gente que acudió al gran evento del ciclismo mundial. Ocurrió en la capital navarra algo solo comparable a los Sanfermines, que habían acabado solamente tres días atrás. "Hubo un ambiente espectacular en Pamplona", recordaba ayer Miguel Induráin, quien afirma que "fue muy emocionante".

"Me acuerdo que las calles estaban llenas de gente y que hubo un ambiente espectacular", explicaba. Aunque las emociones se mezclan tras tantas participaciones y momentos para el recuerdo. "Entrar en 1991 por las calles de París por primera vez vestido de amarillo fue algo muy emocionante, pero lo ocurrido en Pamplona y por Navarra en 1996 resultó algo parecido. El ambiente que hubo por todas partes fue increíble y fue algo muy bonito, de buen recuerdo".

La Plaza del Castillo, preparada para la salida.

"Aquel año me preparé bien, pero el Tour es muy duro", rememoraba. La carrera francesa le rindió homenaje con la llegada de la 17ª etapa a la tierra de Induráin, que pasó incluso por la puerta de su casa en Villava, donde le animaban sus familiares. Fue la etapa reina de aquella edición de 1996, con un largo recorrido de 256,5 kilómetros. Todo estaba preparado para una gran actuación ante su afición. "Lo que ocurrió es que entre el frío, y las dificultades típicas del Tour, el resultado no fue como el de los cinco años anteriores. Aquellas sensaciones me hicieron no estar a tope y no acabar como quería".

La sala de prensa montada en Pamplona, con medios de todo el mundo.

"Los 30 años desde la victoria en el Tour han pasado rápido y 25 de los Juegos y de la medalla lograda en Atlanta. Es bonito recordar aquellas carreras. También es señal que me voy haciendo mayor", terminó.

"Que el Tour viniese a Pamplona y pasase por mi casa fue algo muy bonito y emotivo"

"En el 96 también gané la medalla en Atlanta; recordar es señal de que me voy haciendo mayor"

Pentacampeón del Tour

"Me acuerdo de que las calles estaban llenas y de que hubo un ambiente espectacular"

"Me preparé bien ese Tour, pero entre el frío y otras dificultades no llegué a tope"

El villavés, asediado en la salida.