Eider Hernández finalizó la competición regular como máxima artillera navarra del Gurpea Beti Onak, por detrás de Valeska Lovera. Su potencia y lanzamiento desde la primera línea serán indispensables para que su equipo alcance el sueño, por fin, de jugar la temporada que viene en la Liga Guerreras Iberdrola.

¿Cómo está el equipo? ¿Cómo están ya los nervios?

-Yo lo veo con bastantes ganas, la verdad. Con mucha moral, pero a la vez sin caer en una excesiva confianza. Ilusión es la palabra.

El haber finalizado con pleno de victorias, ¿da más confianza o hace que se tenga más presión?

-No sabría qué decir, porque es algo que cuesta mucho asimilar. Ganar absolutamente todos los partidos es algo que muy pocas veces se da. Creo que nos permitirá estar con mayor seguridad en nosotras mismas, pero estamos también con los pies en el suelo porque la derrota es posible.

¿Dónde está el secreto de este Gurpea Beti Onak?

-Sobre todo en entrenar al máximo, en confiar cada una en nosotras mismas y también en las compañeras. Y en el trabajo y más trabajo. No darnos por vencidas en ningún momento y en luchar por todo.

¿Considera que son favoritas?

-Puede que seamos uno de los equipos favoritos, pero también hay otros rivales como el Oviedo, que ha completado una muy buena temporada y tampoco ha perdido ningún partido. Ha ganado todos y ha empatado dos. Así que puede haber más favoritos, pero creo que estamos con bastantes opciones de cara a esta fase.

¿Y en cuanto a la eliminatoria ante el Errece Almassora?

-Teniendo en cuenta la trayectoria que hemos tenido, sí que podríamos tener esa etiqueta de favoritas. Pero veremos.

No es la primera vez que se intenta el salto a la elite. Usted ya jugó el año pasado ante el Bolaños. ¿Qué han aprendido de aquella experiencia que pueda servirles ahora?

-Yo creo que hemos aprendido a jugar mucho más tranquilas, sin caer a lo mejor en el juego del otro equipo o en un posible arbitraje adverso. Tenemos una mayor tranquilidad en nuestro juego, en lo que sabemos hacer sobre la pista y eso es quizás lo que más hemos aprendido esta temporada. Además, respecto al año pasado, hemos mantenido bastante el grupo que teníamos y eso facilita mucho. Ha habido dos incorporaciones nuevas y faltan tres o cuatro jugadoras que estaban antes, pero el bloque central lo mantenemos y eso creo que jugará a nuestro favor esta vez.

Un bloque joven, pero curtido también en estas lides.

-Sí, somos bastante jóvenes. Lo bueno además es que algunas hemos jugado algún campeonato internacional, campeonatos de España, sectores, fases finales... Y eso te llega a dar la experiencia de la que quizás careces por edad.

Antes hablaba de que el equipo tiene más experiencia, por ejemplo, a la hora de enfrentarse a situaciones adversas. Qué importantes son los detalles y más a la hora de sacar adelante una eliminatoria...

-Para mí es lo más importante. Hay detalles que te pueden llegar a sacar de un partido y eso es peligroso. Esta clase de enfrentamientos en estas fases se miden en los detalles precisamente. En una bola perdida, en que se te escapen dos balones en ataque porque estás a otra cosa... En esas pequeñas cosas puede estar una derrota o una victoria.

Ya han podido estudiar a su rival, el Almassora, a través de vídeos. ¿Cómo es este equipo?

-Es un rival fuerte, bastante distinto a nosotras, pero no nos hemos enfrentado nunca a él y eso es una incógnita. También juega en un grupo que es muy diferente al nuestro. Mientras que los equipos aquí son más físicos, los de allí, los del grupo catalán, son más técnicos, juegan más rápido y al uno contra uno. Aquí hay más lanzamiento exterior. Pero al no habernos cruzado nunca, la verdad es que resulta complicado medirnos ante ellas.

Tiene 20 años y es la máxima goleadora navarra del Beti Onak, por detrás de Valeska Lovera. ¿Cómo se ha encontrado a lo largo de la temporada?

-No voy a engañar, ha habido bastantes altibajos y al final la cabeza puede llegar a jugarte una mala pasada. Hay que saber salir de eso también. Pero, en general, ha sido una bonita temporada. Aunque a lo mejor yo no he estado al cien por cien en algunos partidos, a nivel colectivo ha sido muy buena, así que estoy contenta.

Qué bonito sería que Navarra volviese a tener un equipo en la elite. ¿Qué supondría para usted jugar en la máxima categoría?

-Para mí sería un privilegio. Navarra hace tiempo que no tiene un equipo en lo más alto y contar con él puede animar a más chicas a que empiecen a jugar al balonmano. Que les guste venir a verte. Es algo que, como jugadora, me encantaría vivir.

El balonmano femenino navarro está demostrando un nivel muy alto. Ahí están las medallas del CESA, sin ir más lejos.

-Sí, es increíble. El balonmano femenino está en un buen momento, tanto a nivel de clubes como de selecciones. El que los tres equipos de chicas consiguiesen medallas en el Campeonato de España es bastante loco. Estoy muy orgullosa y feliz de formar parte de este núcleo de balonmano en Navarra. Ojalá más chicas se sigan enganchando a este deporte.