A sus 21 años, Aitor García se ha convertido en una de las piezas básicas del Helvetia Anaitasuna. Hace dos temporadas, el navarro dio el salto definitivo del filial a la plantilla de Asobal y durante este tiempo ha salvaguardado con ahínco y entrega la segunda línea del equipo, más en concreto la posición de pivote. Ahí, desde los seis metros, es donde se desenvuelve con frescura, con desparpajo, sin ningún miedo y sin amedretarse tampoco ante unos defensores rivales que, en muchas ocasiones, le sobrepasan en altura y kilos. Ahora podrá lucir su juego, con la camiseta que ha vestido desde que era un niño, en Antequera, donde debutará en una fase final de la Copa del Rey. Una experiencia de la que ya ha disfrutado, si bien desde una posición muy diferente a la que vivirá esta vez.

Y es que con sólo 14 años, Aitor García ya estuvo presente en una final copera. No como jugador, evidentemente, sino poniéndose el mono de trabajo y saltando a la pista del pabellón Anaitasuna a limpiar. Era mopa, como se suele decir coloquialmente. Esa fue su primera misión en una final copera y según rememora tuvo lugar en la competición celebrada en el año 2014 en Pamplona. "La pista no era todavía azul. La ganó el Barcelona y recuerdo a Víctor Tomás levantando el trofeo, mientras tiraban champán por toda la cancha, y me tocó a mí estar con la mopa limpiando. Yo estaba encantado, me hizo una ilusión tremenda, porque al fin y al cabo estaba al lado de los más grandes", asegura.

No fue la única anécdota que recuerda de aquella experiencia. "Por entonces Juan del Arco estaba jugando en el Granollers y también me tocó pasar cerca de él la mopa. Ahora, mira. Compañeros de vestuario", recuerda entre risas.

Dos años después, en la fase de 2016 que se repitió en Pamplona, Aitor García colaboró activamente también. "Me tocó estar en la puerta de acceso cortando entradas", desvela.

Desde entonces han pasado unos cuantos años y el chaval que estaba con la mopa limpiando la pista o ayudando con las entradas es ahora uno de los jugadores con mayor proyección del Helvetia Anaitasuna y, según la propia Federación Española de Balonmano, una de las promesas y perlas de esta fase final en Antequera a las que hay que seguir la pista. "Tengo muchísimas ganas de jugarla, porque nunca he estado en un torneo de estos, pero por lo que me cuentan mis compañeros es algo espectacular. Ya me han dicho que es el torneo donde ocurren las sorpresas. Es a un partido y puede pasar de todo. Así que voy con muchas ganas de jugar en Antequera", asegura.

Hace sólo dos años, Aitor García veía los encuentros de la Copa por la televisión. Ahora será uno de sus protagonistas. "En este tiempo ha cambiado todo mucho. Esta vez voy a estar jugándola allí, contra los mejores. No le doy mucha importancia a que me digan que soy una de las promesas o perlas del torneo, pero siempre es bonito que se acuerden de uno y que valoren tu trabajo. Hace ilusión", resalta el pivote navarro, que insiste en el que el equipo se enfrentará al Barça "sin ningún tipo de miedo" y "convencido de que podemos dar la sorpresa".