BARCELONA. El ciclista italiano Giulio Ciccone (Trek-Segafredo) ha ganado este martes la decimosexta etapa del Giro de Italia, disputada entre Lovere y Ponte di Legno sobre 194 kilómetros, en un gran día en el que selló su 'maglia azzurra' de líder de la montaña, mientras que Richard Carapaz y el Movistar reforzaron su liderato en el hundimiento de Primoz Roglic (Jumbo-Visma).

Ciccone se metió en una fuga de 21 ciclistas y pasó primero por todos los puertos de montaña para confirmar que estará en el podio de Verona como mejor escalador, además de sumar una etapa que fue la guinda a su gran actuación ganando el pulso a Jan Hirt (Astana).

El joven corredor de 24 años, en su primer año en un equipo World Tour, puso el broche de oro en este Giro de Italia. Ya había ganado una etapa en la 'Corsa rosa' de 2016, pero en este 2019 se está confirmando como uno de los grandes valores del ciclismo italiano.

No le dio apenas relevos el checo Jan Hirt, más pendiente de la táctica de equipo del Astana que no de buscar la etapa. Cuando pudo centrarse en el triunfo de la jornada, entró a ayudar aunque tímidamente a un Ciccone que no olvidó su egoísmo previo. Atacó el del Trek, soltó de rueda a Hirt y entró en meta celebrando a lo loco su victoria.

Por detrás, Richard Carapaz y Mikel Landa aguantaron el tipo ante el ataque de Vincenzo Nibali (Bahrain Merida) en las primeras rampas duras del histórico Mortirolo, llegando a meta con el mismo tiempo, mientras que Roglic, Bauke Mollema (Trek) y Simon Yates (Mitchelton-Scott) perdieron casi minuto y medio en meta respecto al grupo del líder.

Carapaz refuerza su 'maglia rosa' al llegar con el mismo tiempo que Nibali, ahora segundo en la general provisional a 1:47 del ecuatoriano, mientras que Primoz Roglic salvó la tercera posición, a 2:09 del líder, pese a perder 1:22 en meta respecto a sus rivales y ceder la segunda plaza ante el 'escualo'. Mikel Landa (Movistar), a 3:15 de su compañero, sube de la quinta a la cuarta plaza.

Pese a la ausencia del Passo Gavia, quitado de la etapa por peligro de aludes debido a los hasta 12 metros de nieve acumulada, el Mortirolo no defraudó. La mítica subida de 11,9 kilómetros, con 1.289 metros de desnivel positivo y un 10,9% de pendiente media, dejó de primeras un ataque lejano de Vincenzo Nibali (Bahrain Merida).

Fue la clave, ya que el 'Tiburón' abrió hueco pese al gran trabajo de Antonio Pedrero (Movistar) que le mantuvo a raya. No obstante, ese estira y afloja entre Nibali y los Movistar hizo que por detrás se fueran quedando los Rafal Majka (BORA-Hansgrohe) o Simon Yates (Mitchelton-Scott).

Sin duda, la noticia llegó minutos después, cuando un ataque de Miguel Ángel López (Astana), que nadó entre dos aguas bajo el aguacero de la cima del Mortirolo, propició que Primoz Roglic (Jumbo-Visma), el gran favorito a ganar el Giro y demoledor en las 'cronos', sufriera y fuera perdiendo terreno. Sin equipo, llegó a estar minuto y medio por detrás de sus rivales.

No obstante, el verse con los Mitchelton-Scott de Yates o Mikel Nieve o con Bauke Mollema le vino bien para no dejarse las opciones de Giro ya en el Mortirolo, en su descenso y en la llegada empinada a Ponte di Legno.

Aún así, Landa aspira ahora a robarle su plaza de podio, y Carapaz y Nibali respiran al verle por detrás. Sobre todo Carapaz, con un colchón de 2:09 que sería suficiente para la 'crono' final en Verona que dictará sentencia, aunque queda todavía montaña y terreno donde cambiar las cosas en uno u otro sentido.

La etapa tuvo de todo, con esos ataques continuados que fueron descolgando a líderes. Con varios escuderos de peso en la fuga inicial de 21 corredores para irse descolgando y ayudar a sus líderes, como Antonio Nibali para su hermano Vincenzo o Andrey Amador para los Movistar.

La lluvia y el frío dificultaron más el descenso del Mortirolo, y la lucha entre Bahrain-Merida y Movistar contra Roglic puso emoción en el final de la jornada. Y es que López, buscando sorprender para recuperar el tiempo perdido en la general, y Landa ayudaron a Carapaz a llegar a Nibali. Una vez juntos, ambos se entendieron en el objetivo común de alejar a Roglic en la general.

Este miércoles, la decimoséptima etapa partirá de Commezzadura y llegará a Anterselva tras 181 kilómetros de menor dificultad o exigencia, pero con una subida final que podría dar lugar a otra batalla entre los líderes en busca de comprobar las fuerzas de cada uno después del Mortirolo.