tres veces se ha operado de rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla, una vez en la derecha y dos en la izquierda. Dos veces de rotura de menisco en la pierna derecha. La semana pasada el futbolista del Burladés Xabi Arcaya, de 25 años, volvió al quirófano. Su sexta intervención en las rodillas. Se empieza a plantear dejar de jugar a fútbol.

Esta vez no ha sido ni ligamento cruzado ni menisco. Lo que le ha llevado al quirófano ha sido otra cosa. “Me salió un bulto en la parte interna de la rodilla. Me hicieron una resonancia, pero no se apreciaba qué era porque ya tenía varias cicatrices en esa rodilla de las operaciones anteriores. Me dijeron que lo mejor era entrar en quirófano y ver qué era. Y lo que han hecho es coser la pared del músculo”, relata Xabi Arcaya.

Tiene cinco cicatrices y superó un tumor en el muslo izquierdo. “En cadetes, cuando jugaba en Osasuna, me rompí el cruzado de la rodilla derecha. En juveniles, el menisco de la derecha. Después fui al Iruña y me rompí el cruzado de la rodilla izquierda. En el Pamplona, de nuevo el cruzado de la izquierda. Y la temporada pasada me rompí el menisco de la derecha en el último partido de Liga. Si a esto sumamos un tumor que tuve en el muslo izquierdo, estoy como un torero”.

Ya entra en el quirófano como en casa. Otra cosa es la cabeza. Ahora mismo no tiene decidido si volverá a jugar. “Hay que aguantar, porque son muchas operaciones y la gente con menos, lo deja. En esta ocasión, ya no tengo tan claro qué voy a hacer. Esa es la duda que tengo en la cabeza. Ahora mismo no sé. Podría recuperarme de esta lesión para jugar este año, pero no quiero marcarme plazos ni pensar en volver. El médico me dijo que no sabe ni por dónde abrir si me vuelvo a lesiones. Me voy a recuperar, porque tengo mucho ánimo, y ya sé qué es eso, pero luego no sé. Como estaba jugando bien, ha sido un bajón”.

Ya sabe lo que le espera. Operación, recuperación y volver a coger el ritmo. No tiene claro que quiera pasar por lo mismo. “Cuesta coger ritmo, y más cuando llevas tantas operaciones. Vas siempre con un año atrasado. No llegas a coger ritmo. En el fútbol se nota perder un año entero. Nunca he jugado dos temporadas seguidas debido a las lesiones”.

Ha sabido sobreponerse a cada una de las lesiones que ha tenido. “He luchado y lo haré hasta que vea que no puedo más. Lo que me han echado del fútbol son las lesiones. Ahora tengo 25 años y empiezo a pensar en el trabajo y en otras cosas más allá del fútbol, más cuando estoy haciendo un grado superior relacionado con el deporte. Las piernas son para toda la vida y el fútbol, no. En su día dije que iba a jugar hasta que no tuviera piernas, pero en ese momento no tienes tanta cabeza. Sólo piensas en el fútbol. Ahora con más edad, ves que algún día tendrá que llegar”.

El fútbol le ha dado muchas cosas. Estaba en la selección española sub-16 antes de la primera lesión. Era una de las promesas navarras cuando estaba en la cantera de Osasuna. Las sucesivas lesiones fueron reconduciendo su trayectoria, pero ha aprovechado a disfrutar del fútbol a otro nivel cuando estaba bien. “He estado en el Iruña, en el Pamplona y tuve la experiencia de vivir del fútbol fuera de casa, en el Cacereño, el Parla y el Madridejos. He disfrutado cuando estaba bien y la experiencia estuvo muy bien. De todo se aprende. Y la experiencia de salir de casa, viene bien para cambiar de ambiente”.

Ahora empieza a acercar su afición al fútbol a otros ámbitos. “Siempre hay manera de vivirlo desde otras facetas. Ya he estado de entrenador y llevo la coordinación de fútbol del Club Natación. Me gusta”. Y tendrá las rodillas a salvo.

Fecha y lugar de nacimiento. 8-1-1994, Pamplona.

Estudios. Cursa un Grado superior Físico Deportivo en Huarte.

Trayectoria. Categorías inferiores de Osasuna hasta juveniles, Iruña (Tercera División), Pamplona (dos temporadas), Cacereño, Parla (se marchó por impagos) y Madridejos. Después regresó a Navarra para jugar al Burladés, donde cumple su segunda temporada. En el último partido de la pasada campaña se rompió el menisco.