bilbao - “Defensivamente el equipo es una locura”. Iago Herrerín definió, pocos minutos después del encuentro en Huesca, en un puñado de palabras a este Athletic, al Athletic que asoma desde que Gaizka Garitano asumiera la dirección deportiva el pasado 4 de diciembre tras la destitución de Eduardo Berizzo, quien ya ha encontrado acomodo como nuevo seleccionador de Paraguay. Garitano cumplió en El Alcoraz su décimo partido como técnico de los rojiblancos en LaLiga Santander, una cifra redonda que permite hacer un primer balance del trabajo del derioztarra, que ha cumplido con creces los objetivos que se había marcado la anterior Junta Directiva de Josu Urrutia, la que le dio la oportunidad de coger al primer equipo, y en poco más de dos meses el equipo ha abandonado la zona de descenso que ocupaba la noche de aquel lunes en que salió escaldado del Ciutat de València y que le costó el puesto a Berizzo. El colectivo bilbaino, con su victoria frente al colista, se coloca en la undécima posición, más cerca de los puestos que dan el billete europeo, a seis puntos vista, que de la zona de descenso, que dista ya a siete.

El técnico, con todo, desactivó la euforia y rehuye de la palabra Europa: “Hemos estado bastante tiempo en puestos de descenso”. Al margen de estos matices interpretativos, Garitano sí se ha ganado el reconocimiento de la mayoría del mundo athleticzale. Puede gustar mucho o poco su propuesta futbolistica, pero casi nadie puede cuestionar que ha sido el artífice de la resurrección de un conjunto que había tocado fondo después del sonrojante 3-0 encajado ante el Levante, crisis que se afrontó con la decisión de cambiar de inquilino en el banquillo. Desde entonces, el Athletic es el estigma de Garitano en toda su sustancia y con la mancha asumida de la despedida de la Copa en una eliminatoria con el Sevilla que llegó en un momento inoportuno, ya que el grupo rojiblanco tenía puestos todos los sentidos en salir del lío en el que se había metido en la liga.

números de champions El fútbol que ofrecieron los leones en El Alcoraz no dejó muy satisfecho a Garitano, pero sí el resultado. Quizá se trata de eso, de hacer caja después de que el Athletic luciera un rostro demacrado en la etapa Berizzo. El derioztarra cogió al equipo después de la décimo cuarta jornada en la antepenúltima plaza y diez después le tiene en la undécima posición. La cosecha de puntos a lo largo de este periodo se eleva a 19 sobre 30 posibles, un dato contundente, ya que se trata de un cálculo de Champions si se hace una clasificación ad hoc de esta decena de encuentros. No en vano, el Athletic asomaría como el cuarto clasificado, solo por detrás del Barça, que ha sumado 26 puntos; Atlético de Madrid y Real Madrid, ambos con 22 puntos. Una inercia que ha sorprendido incluso a propios y extraños. Ya lo dijo Garitano un par de semanas atrás. “No me esperaba estos resultados”.

El Athletic de Garitano es reconocible. Gran parte de su forlaleza la argumenta en el músculo defensivo y del que no reniega. Se trata de un plan de choque ante la situación apurada en la tabla de la que parece ya ha salido el conjunto rojiblanco, que el sábado podría dar un nuevo golpe de autoridad si se impone al Eibar en San Mamés, con lo que superaría en la clasificación al cuadro de José Luis Mendilibar, quien ya dirigió a Garitano como jugador en la primera exitosa etapa del de Zaldibar en el banquillo armero en la campaña 2004-05 y en la que se quedó a las puertas de conseguir el ascenso a la máxima categoría, que sí logró Garitano una década después ya como técnico del Eibar. La marca Garitano ha propiciado que el Athletic solo haya encajado cinco tantos en estas últimas diez jornadas, un registro solo superior del que presume el Barça, que únicamente ha recibido cuatro. El vestuario ha captado la idea de su entrenador y se sabe proteger en su plan, solo rota por la Real Sociedad en el derbi de Anoeta, el lunar hasta la fecha de la era Garitano. Entonces encajó dos tantos, pero en seis de esta decena de partidos Iago Herrerín ha mantenido su puerta a cero (Girona, Alavés, Sevilla, Betis, Barcelona y Huesca), una estadística reveladora.

Los números del Athletic son irrebatibles. Como también son las prestaciones de los leones en el verde, aunque en este caso sí sean sometidas al debate por ese valor subjetivo que ocasiona el fútbol. Sea como fuere, este Athletic es leal al plan de Garitano, que, además, ha ayudado a la recuperación de varios futbolistas que no daban la talla durante el ejercicio de Berizzo, adalid de un ideario bien distante del actual. Ander Capa se ha hecho con el lateral derecho, Óscar de Marcos sale de esa posición para jugar por delante del portugalujo, Iñigo Córdoba ha ganado presencia, Mikel San José ha subido su cotización? Son solo algunos ejemplos del buen rollito que proyecta este Athletic, que, sin embargo, debe lucir más pegada y sacar un juego más hilvanado en ciertas fases de partido.