bilbao - Aritz Aduriz es un libro abierto. Va de cara. Es una cuestión genética. En la mañana de ayer selló en Ibaigane la renovación por una temporada más, anuncio que adelantó este periódico una semana atrás, como jugador del Athletic, en el que consumará su duodécima campaña, la octava consecutiva desde su segundo regreso en el verano de 2012, y en el que se retirará a los 39 años de edad. “Es muy probable que sea mi último contrato, es muy difícil que haya una continuidad como jugador”, reconoció ya por la tarde el delantero durante su comparecencia en San Mamés, en la que estuvo acompañado por Aitor Elizegi, el presidente de la entidad bilbaina, y Rafa Alkorta, el director deportivo. Ambos, como no podía ser de otra manera, se felicitaron por la decisión del donostiarra de continuar en activo el próximo curso, en el que le tocará ejercer, al margen de lo que le corresponde en el verde, un papel pedagógico en el vestuario, como subrayó Alkorta: “Es un jugador muy comprometido y va a estar encantado de enseñar a los jóvenes”.

A Aduriz le gusta meditar sus decisiones y esta requería de un amplio análisis. Dijo que la ha tomado esta misma semana y que “no ha sido fácil”, porque, entre otros matices, “las lesiones han condicionado” su rendimiento la temporada recientemente expirada. El donostiarra, por tanto, no se esconde y recalcó las dudas que le han surgido durante este proceso de reflexión: “He tenido muchas dudas. No he estado a un nivel competitivo bueno, me siento responsable. Las dudas estaban justificadas... tenía dudas de seguir, pero creo que, con un poco de descanso y esforzándome, puedo mejorar físicamente, no de las lesiones, coger un poco más de fuerza... Creo que estoy capacitado para poder aportar muchas cosas en el campo. Lo voy a intentar. Todo lo que se requiera de mí ayuda, ayudar en todo lo que pueda”.

El goleador rojiblanco incidió en que este último ejercicio ha sido complicado tanto a nivel colectivo como personal y recalcó que su renovación no ha sido “una decisión unilateral”, porque “para que esté aquí sentado primero tiene que querer el club”, al que agradeció su apoyo, como lo hizo también con Alkorta y Gaizka Garitano, “que me han arropado mucho en esta decisión”. “Quiero poder seguir dilatando un poco mi sueño, es muy difícil rechazarlo, voy a hacer todo lo posible para que esta decisión sea una buena apuesta. Todavía tengo retos con este club, datos estadísticos que me hacen ilusión”, apuntó, sin mencionarlos, aunque se refería al hecho de superar la barrera de los 400 partidos (ha jugado 390 hasta la fecha) y sobrepasar a José Iraragorri (179 goles) como quinto máximo anotador de la historia del Athletic (lleva ejecutados 171). Ya a nivel grupal, tiene clavada la espinita de no haber ayudado para que el equipo alcanzara el objetivo de blindar el billete europeo: “Me gustaría poder certificar la clasificación europea que este año se nos ha escapado. Ojalá la podamos conseguir el año que viene”.

Ilusión es la palabra que más empleó a la hora de argumentar su decisión de seguir jugando hasta pasados los 39 años de edad. “Es la ilusión de ponerme esta camiseta y salir al campo con más de 40.000 personas ayudando. Poder volver a sentir eso no hay nada que lo iguale. Es muy difícil decir que no a esto y no esforzarte por ello”, se sinceró Aduriz, que no dejó pasar la oportunidad para poner en valor la caseta del Athletic: “Tenemos un vestuario envidiable, la calidad humana está fuera de lo normal. Todos nos responsabilizamos con ello, muestra de ello es lo que ha pasado este año, en el que todos hemos arrimado el hombro para salir hacia adelante. En momentos complicados nos juntamos. En este sentido yo me siento responsable, pero no más que ningún otro. Hay mucho nivel de responsabilidad”.

Un grupo que no compartirá el próximo curso con Ander Iturraspe, Mikel Rico y Markel Susaeta, que dejan el Athletic por motivos técnicos, en los dos primeros casos, y por decisión personal del que ha sido el capitán las dos campañas anteriores. No se quiso mojar mucho y tiró de diplomacia: “De un día para otro no estás con ellos. Pero sabemos que por desgracia solo pueden haber 25 jugadores, solo pueden ir 18 convocados y solo pueden jugar 14 como máximo. Es imposible que estemos todos. Es un proceso natural. Son decisiones por diferentes partes. Hay que respetarlo”.

Ambición es un término que encaja en un lugar preferencial del diccionario de Aduriz, que no se plantea jugar un papel secundario. “El objetivo es jugar 38 partidos. Si estoy aquí sentado es porque mi intención es jugar todos los minutos y meter el mayor número de goles posible. Lo voy a intentar, si no no estaría aquí sentado”, subrayó el delantero, consciente de que el Athletic no ha presumido de un apegada llamativa en esta última liga: “Es una asignatura que tenemos que mejorar. Hay calidad de sobra para hacerlo. Williams ha hecho un tramo final espectacular y tenemos jugadores arriba con calidad, aunque vamos a tener todos paciencia para que los procesos tengan su tiempo porque no es fácil”.

Aduriz ya ha despejado las dudas que tenía, generadas en gran parte por la lesión ante el Sevilla en Copa que le tuvo en el dique seco durante más de tres meses, el mayor periodo de inactividad en su carrera. En julio volverá a empezar casi de cero y se resiste a la jubilación. “Voy a seguir trabajando mucho. Es a lo que me he comprometido”. Palabra de Aduriz.