- Josu Sesma Noble (Pamplona, 1963) fue preparador físico de la primera plantilla de Osasuna durante varios años y, tras abandonar el club en 2015, inició su periplo deportivo en Irán, formando parte del equipo técnico de Javad Nekounam, el histórico futbolista iraní que también militó en el conjunto navarro. Tras llegar a Pamplona la semana pasada -el parón de la Liga por motivos sanitarios y la celebración del Noruz, el año nuevo persa se lo ha permitido-, vuelve en breve a Ahavaz, una ciudad del sur del país donde debe incorporarse de nuevo a sus labores en su equipo, el Foolad, a pesar de que la Liga sigue suspendida y no se sabe cuándo se volverá a jugar. La crisis sanitaria provocada por la pandemia, el lógico temor a regresar a un país gigantesco donde la cifra de casos se desconoce realmente, hacen que a la odisea del retorno -más de 8.000 kilómetros y tres escalas en otros tantos aeropuertos- se le añada la preocupación y el temor.

"A mi mujer y mis hijos no les gusta nada la situación, pero el club ya nos ha advertido a los que nos hemos marchado que nos multará con dos mil dólares diarios por cada día que no estemos", comenta Sesma. "Es una situación jodida. Evidentemente, te da miedo coger el COVID-19 en un país en donde hay mucha diferencia respecto a la sanidad que podemos tener aquí. En Irán hay hospitales públicos y privados y entre ellos hay una diferencia abismal. Nosotros dependemos de los servicios médicos de nuestro club y la asistencia sanitaria entra dentro de nuestro contrato. No ha habido ninguna circunstancia relacionada con el coronavirus y supongo que el club tendrá algún convenio con alguno de los hospitales. Espero que no sea necesario usarlos".

Irán es un país con más de 82 millones de habitantes, "con una extensión de tres o cuatro veces España", comenta, y la ciudad en la que vive, Ahvaz, un importante núcleo del sur que supera los 1,8 millones de habitantes. La festividad del Noruz -Irán celebró el pasado 20 de marzo la entrada en el año 1399- ha supuesto el movimiento de miles de personas de una parte a otra del país que no ha favorecido para nada el freno al contagio del COVID-19. "Las distancias en Irán son muy grandes y la mayoría de los desplazamientos se realizan en avión, se mueve mucha gente de un sitio a otro para estar con la familia, el ocio es familiar. El ciudadano sigue haciendo su vida más o menos normal a pesar de la pandemia y las recomendaciones que se hacen sobre cuestiones como la higiene no se lo toman en serio", explica el panorama. "La Liga se paró el 27 de febrero después de jugar dos partidos a puerta cerrada. Nosotros hemos estado entrenando tres semanas para volver a jugar, pero no se sabe en qué fecha lo haremos. Hay muchos casos y por eso el Gobierno decretó el cierre de colegios y universidades incluso antes que en España, previendo los contagios. De todos modos, en Irán no hay restricciones para salida a la calle como en España y en otros países de Europa".

Josu Sesma expone que Irán está sufriendo el bloqueo internacional y las sanciones que encabeza Estados Unidos y el Gobierno de Trump. "Se notan las sanciones que está sufriendo el país y todo el material médico que está retenido. Es lo único que piden, poder tener el material suficiente para afrontar estos problemas sanitarios. En Irán no se puede hablar de Estados Unidos ni de Israel, porque los ven como los grandes culpables de todos sus problemas".

"Irán es un país muy rico, con muchos recursos", continúa. "Pero prácticamente sólo puede hacer negocios con Rusia y China que, además, se aprovechan de la situación de bloqueo para adquirir los productos a un precio más barato".

Los últimos incidentes internacionales entre Estados Unidos e Irán han incrementado las dificutades de comunicación del gigante persa. "Antes, para viajar a España se podía hacer vía Estambul o Frankfurt porque operaban compañías de vuelo europeas, como Lufthansa. Pero desde los problemas con el derribo de un avión, los viajes se han complicado todavía un poco más", explica. "Hay que viajar vía Doha, con Qatar Airways que opera desde Teherán, y desde Doha viajar hasta Madrid".

Las medidas de prevención por el coronavirus también aumentan las dificultades en un pesado viaje que dura varios días. "Se han cancelado muchos vuelos por la pandemia y lo que era antes tres vuelos a Doha desde Teherán, se ha reducido a uno, lo que complica todavía mucho más las posibilidades de combinaciones. En Doha, además, te obligan a estar confinado en la zona de tránsito, sin posibilidad de salir de ella".

La salida de Irán también cuenta con rigurosas medidas de control sanitario. "La embajada española organiza un reconocimiento médico en el aeropuerto de Teherán para todos los que viajen a España". A Sesma le espera un viaje de regreso por lo menos largo en el mejor de los casos, con vuelo desde Madrid a Doha, para continuar hasta Teherán y, finalmente, otro desplazamiento aéreo desde la capital hasta Ahvaz, que se encuentra a unos 800 kilómetros. "La verdad que vuelvo preocupado por la situación de la enfermedad en el país. Es mi trabajo y mi obligación. Hay que volver".

Josu Sesma es uno de los técnicos de confianza de Javad Nekounam desde que el centrocampista colgara las botas e iniciara su carrera como entrenador. Trabaja en su equipo técnico como preparador físico desde 2016 y el Foolad es el tercer club en el que está trabajando. "Estamos en el Foolad desde julio, vamos quintos en la Liga pero a una sola victoria de poder meternos en puestos de Liga de Campeones (de Asia)", explica.

"Es difícil adaptarse a un país en el que todo el mundo habla farsí -persa-, muy pocos tienen conocimiento de inglés y sólo en ámbitos muy concretos", comenta. "Estuve un tiempo de descanso porque mentalmente resulta muy duro estar en un país solo y casi sin posibilidades de relación más que en el trabajo".

"Esta temporada han cambiado las cosas porque estoy con un chico de Hernani, Asier Rey, que trabajó en el Eibar femenino y que aceptó la propuesta para venirse muy lejos de casa, a una experiencia interesante y nueva. Es distinto estar dos personas para el tema de viajes y desplazamientos y también para el trabajo. Vivimos juntos con un traductor, Musta, que vivió en Pamplona hace años y fue traductor de Nekounam cuando llegó a Osasuna. Vamos con él a todas partes. Mejoran nuestras condiciones".

A Josu Sesma le espera Ahvaz, una ciudad que está en la región petrolífera de Irán -Juzestán- y se encuentra muy cerca de Emiratos Árabes Unidos. "Es una de las zonas más ricas del país. Es una núcleo industrial donde las empresas están relacionadas con el patróleo y el gas. La ciudad da la sensación que huele a butano". Ahvaz está en un enclave caluroso, con temperaturas de más de veinte grados en invierno y veranos con altísimos guarismos. La ciudad ostenta el récord de haber anotado la temperatura más alta registrada en un lugar habitado, fue hace tres años, con 53,7 grados centígrados. "Nosotros esperamos que se juegen las nueve jornadas que faltan y podamos volver a casa sanos", sentencia Josu Sesma, al que lo que menos le preocupa es el calor.

"A mi familia no les gusta nada esta situación, pero el club nos multará si no volvemos en la fecha prevista"

"Irán es un país rico, pero el bloqueo le obliga a exportar barato"

"Vuelvo preocupado por la pandemia y las condiciones de vida allí"

Preparador físico en Irán