- Subirse al autobús en Elizondo, viajar 172 kilómetros hasta Cortes, jugar un partido, volver a subirse al autobús sin ducharse para volver a hacer otros 172 kilómetros de vuelta a Elizondo. Eso es lo que tendrá que hacer el Baztan cuando le toque jugar ante el Cortes, de seguir en febrero el protocolo con el que se está disputando actualmente la Tercera División en Navarra. Los de Elizondo, encuadrados en el Grupo B de Tercera -un grupo conformado por 11 equipos, la mayoría de la zona de la Ribera-, tienen por delante 2.495 kilómetros de carretera en los 10 desplazamientos que deberán hacer en la primera fase de la competición.

El de Cortes es el viaje más largo, pero otros cuatro más superan los 300 kilómetros entre la ida y la vuelta para el Baztan: los de Fontellas, Cintruénigo, Tudela y Murchante. “Al final qué vas a hacer. La Federación hace lo que quiere y ya está, y los de Pamplona también apretaron”, comenta el Luis Mari Iturriria, presidente del club de Elizondo. “Cada viaje en autobús a la Ribera nos cuesta cerca de 500 euros”, explica Iturriria.

Pero el Baztan no es el único equipo que ha salido mal parado en el sorteo de los grupos por las largas distancias que va a tener que recorrer. En su mismo grupo están el Ardoi (Zizur Mayor) y el Bidezarra (Noáin). Los tres tendrán que viajar a Fontellas, Cintruénigo, Azagra, Tudela, Tafalla, Sangüesa, Murchante y Cortes. Mientras, en el Grupo A, en el que los equipos de la Comarca de Pamplona son mayoría, están el Corellano (Corella) y el River Ega (Andosilla), que tendrán que desplazarse a la zona de la capital para medirse a Burladés, Pamplona, Itaroa Huarte, Subiza, San Juan, Beti Onak, Txantrea y Valle de Egüés; así como viajar a Lekunberri, para medirse al Beti Kozkor.

Precisamente el presidente del Corellano, José Miguel Sanz, propuso en su día que el criterio para formar los grupos fuera de proximidad geográfica, algo que secundaron seis de los 20 clubes de Tercera restantes que estaban presentes en esa reunión del 17 de agosto -el Beti Kozkor excusó su ausencia-. Sin embargo, se impuso la opción del sorteo puro, en gran medida porque los clubes de la zona norte de Navarra consideraban que el nivel era en general más alto en la zona y no querían que sucediera lo que acabó sucediendo, que en un grupo estuvieran todos o casi todos los equipos de la Comarca de Pamplona.

“Al final no salió a gusto de nadie, ahí actuó mal la Federación. Luego, en el sorteo de Autonómica, con esta experiencia, la Federación sólo propuso criterios de proximidad o clasificatorios”, comenta José Miguel Sanz, presidente del Corellano.

El Corellano es el equipo que más kilómetros tendrá que hacer en el Grupo A en esta primera fase, con un total de 1.845, lo que, además del desgaste, supone un coste de cerca de 400 euros por cada viaje en autobús, lo que ahonda todavía más en la mala situación financiera del club. “No hemos ingresado un duro en todo lo que va de temporada. Sin socios, sin entradas, sin publicidad, sin bar. Hemos podido inscribir a los equipos con lo que ahorramos del año pasado”, explica Sanz.

En esta situación, en el club incluso se plantearon “hacer un plante y no ir a jugar” el fin de semana pasado ante el Beti Onak en Villava. “Ya lo dije en la última reunión telemática que tuvimos, el miércoles pasado: nosotros así no vamos a poder tirar. El primer desplazamiento tuvimos que ir en coches porque no teníamos dinero y para el segundo tuvimos que poner nosotros. Necesitamos ingresar con urgencia”.

Esta urgencia ha llevado al club a pedir que se paralice la competición, una postura en la que también están otros clubes.

“Cada viaje en autobús a la Ribera nos cuesta más o menos 500 euros”

Presidente del Baztan

“No hemos ingresado un duro en lo que va de temporada. Así no vamos a poder seguir”

Presidente del Corellano