omo jugador de Tercera he podido comprobar que el fútbol es seguro y que los pocos brotes que ha habido no han sido por la práctica del deporte ni mucho menos.

Como profesor de Primaria, veo a diario la necesidad que tienen los chavales de sacar toda la tensión, presión y todas las emociones que acumulan con toda esta situación que tenemos. Sin duda, no veo mejor manera de hacerlo que a través del deporte, un deporte que les estamos negando y limitando.

Como entrenador de un equipo cadete, a pesar de seguir entrenando con unas ganas y una pasión encomiables, veo en sus caras la desilusión cada vez que les tengo que decir que tenemos que seguir esperando ya que sin duda la competición les aporta mucho más que la pelea de 3 puntos.

La competición les ayudaría a estar centrados semana a semana y a afrontar con motivación toda la semana de clases con frío en las aulas, mascarilla y tensión constante. El inicio de la competición haría que las noticias en las que la juventud se salta las normas se redujera.

La competición les aporta valores, les enseña a gestionar sus emociones y a superar sus miedos. La competición les hace sentirse parte de un grupo en el que todos son importantes. La competición les ayuda a aprender a respetar y conocer diferentes personalidades de un mismo grupo.

La competición no es solamente un día más de deporte, la competición después de casi un año es mucho más importante de lo que nos creemos. Es necesaria para el crecimiento y bienestar personal de los chavales. Unos chavales que ven como cada día se les dice una cosa diferente y corren el riesgo de ir perdiendo la motivación con todo lo que ello conlleva. Sé que no es fácil para nadie tomar decisiones y que es muy fácil decir todo esto desde fuera pero creo que no podemos negarles una competición tan necesaria y beneficiosa como segura.El autor es jugador del San Juan de Tercera División, entrenador de chavales y profesor de Primaria