Irazusta; Pérez, Azkoiti, Senar (Anatz, min.82), Lucbert; Guille (Thior, min.70), Rivero, Galán (Capelete, min.70), Beobide, Madrazo (Llamas, min.70) y Temenu (Viguera, min.82).

Iván; Moreno, Liza, Herrando, Endika; Álvaro (Muñoz, min.75), Ibáñez, Aimar, Santafé, Corboda (Joel, min.75) y Jony.

Gol 0-1, min.51: Álvaro Muro.

Árbitro David Ruiz (Colegio Aragonés). Amonestó a los locales Azkoiti, Ekhi Senar y Quique Rivero (dos veces); y al visitante Moreno.

Estadio Stadium Gal.

- Victoria importante del Promesas frente al líder del grupo. Los de Santi Castillejo llegaron con ganas a este encuentro y se marcaron la meta de lograr sacar algún punto del Stadium Gal. Los primeros compases del encuentro, fueron intensos aunque con pocas ocasiones claras por parte de ambos equipos. En Irún se vio un duelo de buenas defensas y con pocas llegadas a las áreas rivales. Pese a la rocosidad del encuentro, el Osasuna consiguió sacar una importantísima victoria del campo del líder.

Las buenas sensaciones empezaron a llegar cuando los de Castillejo buscaron balones largos para intentar aprovechar la profundidad y generar ocasiones de peligro. Las ideas del míster de Osasuna fueron claras, juego directo y vertical para intentar llegar y hacer daño a la portería que defendía Irazusta. Pese a la verticalidad de los primeros cuarenta y cinco minutos, los de Castillejo, en algunos momentos del primer tiempo, quisieron tomarse una pausa con el esférico y ser protagonistas con él. Hubo ocasiones para los dos equipos, pero el marcador no se movió.

En la reanudación, y sin tiempo para que el Real Unión se pudiera colocar sobre el verde de Irún, apareció Álvaro Muro para adelantar a los rojillos. Con este primer tanto, los visitantes estuvieron más a gusto y pudieron tener alguna que otra ocasión para sentenciar el encuentro. En el minuto sesenta y cuatro, Osasuna tuvo otra gran oportunidad en una bonita jugada entre Ibáñez y Córdoba, donde desgraciadamente el esférico se marchó fuera de la portería del Real Unión.

Llegados al ochenta de partido, el árbitro señaló una segunda amarilla a Quique Rivero, hecho que hacía que los locales pasarían a jugar los últimos diez minutos del encuentro con un jugador menos. Esta expulsión fue clave para el desenlace del partido, ya que dejó más espacio para que el Osasuna pudiera tener más libertad en el terreno de juego, gozar de alguna que otra buena jugada para sentenciar y, sobre todo, no pasar apenas apuros hasta la conclusión del encuentro.