Christian Eriksen cayó desplomado en el partido de la Eurocopa entre Dinamarca y Finlandia y la rápida actuación de los servicios médicos le salvó la vida. Eriksen estuvo muerto. Y ahora, su caso va a servir como ejemplo para ayudar a muchas otras personas. Porque toda la ciudadanía debería saber reaccionar ante una situación así. Son tan solo cuatro pasos que nunca se deberían olvidar: identificar la parada, llamar al 112, iniciar el masaje cardiaco y buscar un desfibrilador -cada vez más extendidos por toda la geografía navarra- hasta que llegue la ayuda especializada. Diego Reyero, jefe de Emergencias del Servicio Navarro de Salud y fundador de la asociación el ABC que salva vidas, explica cómo se debe actuar ante una parada y analiza la actuación en el caso de Eriksen.

¿Qué se debe hacer cuando una persona se desploma, como ocurrió con Eriksen en el Dinamarca-Finlandia de la Eurocopa?

-Lo primero es ver si está o no consciente zarandeando un poco a esa persona. Si no hay respuesta, lo siguiente es abrir la vía aérea. Para eso, hay que poner a la persona en decúbito supino (boca arriba) y abrir la vía aérea con la maniobra frente-mentón para que la lengua deje de obstruir el paso de aire. El tercer paso es comprobar si respira y aquí está la clave de la parada cardiaca y donde estamos haciendo mucho hincapié en los últimos años. Aquellos pacientes que no responden y que no respiran de manera normal están en parada cardiaca. Destaco esto de de manera normal porque en un porcentaje alto (que llega al 40%) de colapsos presenciados, como en el caso de Eriksen que hay gente delante, se produce una respiración agónica o gasping que son los últimos restos de oxígeno a nivel cerebral y el cuerpo da esas bocanadas que se pueden prolongar hasta dos o tres minutos. Pero no es una respiración regular y normal. Y alguien que no responde y no respira normal está en parada cardiaca. Entonces, debes llamar al 112 y empezar el masaje hasta que llegue el desfibrilador.

¿Qué es una parada cardiaca y por qué es tan importante que todo el mundo sepa cómo actuar ante ella?

-Una parada cardiaca es que se te para el corazón de manera inesperada cuando previamente estabas bien. Si no se hacen maniobras, el porcentaje de supervivencia es cero. Si se hacen, ahí es donde estamos peleando para que sean efectivas y no produzcan daños cerebrales. Hay que conseguir que la ciudadanía sepa activar la cadena de supervivencia y sus cuatro eslabones: primero, identificar la parada y llamar al 112. Segundo, iniciar compresiones inmediatamente. Tercero, una desfibrilación temprana. Y cuarto, la llegada de la ayuda avanzada con la UVI Móvil. Cuanta más gente conozca estas maniobras, mayor es la probabilidad de que la gente se salve.

Los desfibriladores ya han llegado a los campos de fútbol de Navarra. ¿Cómo se usan?

-Cualquiera puede usar un desfibrilador porque el aparato te va guiando. Lo jodido de las paradas es que salgas con un daño muy severo, hay que conseguir que no haya daño. Y para que toda esta cadena se vaya extendiendo se tiene que implicar todo el mundo: los políticos, los sanitarios, los primeros intervinientes y la ciudadanía en general. Todavía hay mucho por hacer. Aquí en Navarra, ha habido años en los que estábamos en supervivencias del 22% sin daño neurológico. La media en España es el 11%, pero hay comunidades de otros países como King County en Seattle (EEUU) que llegan al 60%. Es el ejemplo que hemos seguido y hacia dónde nos tenemos que dirigir.

En el caso de Eriksen, ¿cómo vio su atención?

-Él cayó boca abajo. Ahí, lo que tienes que hacer es girarlo enseguida porque eso es lo que te va a permitir ver si hay esa respiración anormal. La gente le metía la mano en la boca, pero no tendría que estar haciendo eso. Si alguien se desploma, hay que ponerle boca arriba y analizar su respiración. Ya se veía que no respondía, que se estaba poniendo rígido y que daba bocanadas, pero que no eran normales y costó demasiado, unos dos minutos, empezar el masaje cardíaco. El resultado ha sido muy bueno, pero hay que mejorar ciertas cosas. La detección temprana de la parada no puede llevar a estar dos minutos que sí o que no porque son minutos en los que el cerebro no recibe oxígeno. Y el cerebro, a partir del minuto 3 o 5, puede empezar a dañarse si no se hacen compresiones que lleven oxígeno al cerebro. En el rango de 3 a 5 minutos, una parada cardiaca tiene un porcentaje de éxito muy alto. La realización de maniobras de compresión torácica dentro de esos tiempos duplica o cuadriplica la supervivencia. Y la llegada de un desfibrilador y la desfibrilación temprana antes de esos 5 minutos puede llevar a supervivencias de entre el 50 y el 70%. Lo de Eriksen salió muy bien, pero podemos aprender y mejorar de ello.

Así que fue un error colocarlo en posición lateral.

-En el caso de Eriksen, se ha dicho en todos los periódicos que muy bien que lo pusieran en posición lateral para evitar que se tragara la lengua y eso no es así. Primero, porque no nos tragamos la lengua, lo que pasa es que cuando estás inconsciente, la musculatura está relajada y la lengua cae hacia atrás. Con la maniobra de extensión de la columna que se llama frente-mentón, se evita que la lengua caiga hacia atrás. Nunca hay que dejar en posición lateral a alguien que está en parada. También se ha estado hablando en la prensa estos días de pulso o no pulso. Es complicado, incluso para los sanitarios la valoración del pulso, así que te tienes que centrar en poner al paciente boca arriba, abrir las vías respiratorias con la maniobra frente-mentón y hacer el ver-oír-sentir para ver si respira.

Pese a estos pequeños errores, ¿se puede hablar de éxito?

-Totalmente. Es un éxito que en los campos deportivos haya gente preparada para dar respuesta a la parada. Todos podemos ponernos más o menos nerviosos y tardar un poco más o un poco menos. Fue un éxito, pero siempre hay puntos de mejora y hay que buscarlos. Yo creo que habría que haber detectado un poco antes esa parada, pero no pasa nada porque los tiempos son muy buenos. Para él es una putada y seguramente tendrá que dejar el fútbol, pero la parada de Eriksen va a salvar vidas. Va a haber agentes de cambio como políticos o gerentes que se van a dar cuenta de que esto es importante.

¿Cree que Eriksen tendrá que dejar el fútbol?

-Yo no voy a anticipar nada y menos desconociendo la causa, que es lo primero que hay que hacer, pero el deporte a nivel profesional suele ser una actividad poco recomendable. Una cierta actividad y una vida sana te previenen de una muerte súbita, pero mi opinión es que es complicado que vuelva al deporte de alto nivel.

El danés es un jugador de élite y sometido a infinidad de controles. ¿Se puede prevenir una parada?

-Nadie nos libramos de poder tener una arritmia cardiaca. Sí que es verdad que hay algunas arritmias que se podrían detectar con alguna prueba como las resonancias magnéticas. A nivel de la ciudadanía general, es impensable que a todo el mundo se le hagan este tipo de pruebas tan específicas. Y este es un ejemplo claro de alguien sano y joven que también puede sufrir una muerte súbita cardiaca. Que te hagan un seguimiento no te garantiza que no vayas a sufrir una parada cardiaca porque las causas muchas veces no son detectables. Lo jodido es que muchas veces el primer síntoma de que pasa algo es una parada cardiaca.

En Navarra tuvimos también el caso de Santxo Lamberto, jugador del Gares que terminó falleciendo.

-Sí, una pena. Entró dentro de ese puñetero caso de parada cardiaca no presenciada. Lo revisamos y lo comentamos porque no era normal en un chaval de 30 años. Debió encontrarse mal, se fue al vestuario y no se le vio. Cuando los minutos se dilatan, el daño viene enseguida. En 3 o 5 minutos, puedes empezar a tener daño en órganos como el cerebro, el pulmón o el corazón. Cada minuto que pasa una parada cardiaca sin ser atendida, cae un 10% el porcentaje de supervivencia. A partir del minuto 10, es muy improbable que esa persona salga adelante y, si lo hace, probablemente con daños cerebrales. Lo de Santxo fue una desgracia y nadie lo presenció. Si eso le pasa en el campo, se hubiera hecho inmediatamente todo lo posible. Pero tampoco nos quedamos con eso. Nuestro objetivo último es que en todos los hogares de Navarra haya alguien que sepa activar la cadena de supervivencia, hacer una reanimación cardiopulmonar y usar un desfibrilador para poder salvar el mayor número de vidas.