INGLATERRA: Pickford; Walker, Maguire, Stones; Trippier, Philips, Rice (mIN. 88, Henderson), Shaw; Saka (Min. 69, Grealish), Kane y Sterling.

ALEMANIA: Neuer; Ginter (Min. 88, Can), Hummels, Rüdiger; Kimmich, Kroos, Goretzka, Gosens (Min. 88; Sané); Havertz, Müller (Min. 91; Musiala) y Werner (Min. 69; Gnabry).

Goles: 1-0: Min.75; Sterling. 2-0: Min. 86; Kane.

Árbitro: Danny Mekkelie (HOL). Amonestó a Rice (Min. 8), Philips (Min. 45), Maguire (Min. 77) por parte de Inglaterra y a Ginter (Min. 25) y Gosens (Min. 72) por parte de Alemania.

Incidencias: Partido correspondiente a los octavos de final de la Eurocopa disputado en el estadio de Wembley (Londres) ante 41.973 espectadores.

- Inglaterra se clasificó ayer para los cuartos de final de la Eurocopa después de derrotar a Alemania por 2-0 en Wembley. Los goles de Raheem Sterling y Harry Kane, que inaugura su cuenta de goles en la cita continental, enterraron las opciones de los de Joachim Löw.

Los three lions poseen una imagen arrebatada y descarada, personificada por el delantero del Manchester City, un futbolista que no rehúye las hostilidades ni se esconde Lo intenta todo: conduce, crea, rompe hacia dentro. Sterling expuso el peligro inglés en una línea llena de descaro. Tanto Buyako Saka, como Jack Grealish, Marcus Rashford, Phil Foden o Mason Mount -estos últimos desde el banquillo- asumen una ambición carnívora que dota de vértigo al ataque inglés. Arrebolado y peligroso. A eso hay que sumar la incidencia de Luke Shaw, ayer clave en las jugadas de los dos goles, y Kieran Trippier, en el caso de que Gareth Southgate apueste por una línea de tres atrás (Kyle Walker, John Stones y Harry Maguire). Ambos laterales se suman al ataque para aportar dos bandas profundas y veloces.

Alemania se estrelló en ese esquema, pese a comenzar más entera y con la perspectiva de un once más combinativo y amante del balón. El panorama solo les duró los primeros diez minutos. Löw expuso un planteamiento más asociativo, tirando de la jerarquía de Toni Kroos y el poder de Leon Goretzka, sustituto del tocado Ilkay Gündogan, en la medular; así como la facilidad para maniobrar entre líneas de Kai Havertz, que actúa como un centrocampista más, y Thomas Müller. Declan Rice y Kalvin Phillips se ahogaron en el descorche.

Sin embargo, los locales estiraron la presión para evitar el martillo alemán e invocaron el vértigo del centro de campo en adelante. Sterling, un estilete, soltó a los pross con un disparo lejano que atajó Manuel Neuer con una parada de gran mérito. El punta del Manchester City buscó el palo izquierdo del meta germano con un zapatazo duro y con dirección complicado de parar.

A partir de ese instante, el guión cambió. Inglaterra se abrazó a la velocidad en la transición para domar a sus adversarios. Asimismo, la aportación de un activo Sterling y la chispa del descarado Saka, buscando la espalda de Kroos -controlado por un Phillips fundamental- y Goretzka, maniataron a Alemania, sufriente e incómoda.

Maguire estuvo a punto de anotar el primer gol inglés en el minuto 27 tras un centro de Trippier desde la derecha a la vuelta de un córner. Phillips tapó la salida de balón teutona, bastante pobre, y rompió el esquema alemán con un pase al lateral del Atlético de Madrid. El central de United no fue capaz de direccionar el remate de cabeza entre los tres palos. Inglaterra estaba echando en falta a Harry Kane, el hombre gol.

Se sacudieron los de Löw con un fogonazo de Havertz en el 32, que filtró un balón sensacional a Timo Werner entre Walker y Stones, descordinados en algunas jugadas, pero el delantero del Chelsea, escorado, falló en la definición en el mano a mano ante Jordan Pickford. La ocasión no desnortó el espíritu del encuentro, puesto que la brújula alemana, en manos de un Kroos desubicado, y el mordiente de Müller rayaron por debajo de su nivel. El timón fue local.

Al borde del final de la primera parte, Kane estuvo a punto de inaugurar su cuenta de goles en la Eurocopa tras un robo y una conducción de Sterling, un peligro para la defensa germana en todo momento. Mats Hummels salvó a su equipo frente al poderoso delantero del Tottenham, lento en la definición a puerta vacía, una vez superado Neuer.

Tras el paso por vestuarios, Alemania buscó recuperar el control y el buen trato de balón. Havertz, el más destacado del bando teutón, electrificó a los de Löw con su movilidad y descaro. Pickford atajó un zurdazo duro del futbolista del Chelsea al borde del área en el 48. A raíz de ese instante, creció el dominio germano en la medular. Havertz fue el alma de la Mannschaft, que buscó verticalidad al sacar a Werner del campo para introducir a Serge Gnabry.

Southgate también optó por echar mano del fondo de armario. Clave. Así, Jack Grealish, un desfibrilador, sustituyó al difuminado Saka, cambiando de banda a Sterling para acomodarse a su mejor perfil.

El futbolista del City rompió el empate a cero con su tercer gol en la Eurocopa, todos los que había marcado su selección hasta ese momento. Una cabalgada desde tres cuartos de campo, un Wembley que vibró con su equipo, de Sterling acabó con el balón en Kane, que pivotó y cedió la pelota a Grealish en el pico del área. Shaw desdobló al del Aston Villa, que le vio por el rabillo del ojo y le cedió el balón. El lateral realizó un centro raso que culminó el propio Sterling en el área pequeña.

Müller la tuvo para empatar en una jugada que se inició con un error del punta del City en el 81. Havertz filtró entre los centrales ingleses y tras una carrera de veinte metros, el del Bayern de Múnich no resolvió ante Pickford en la ocasión más clara de Alemania en toda la eliminatoria.

La respuesta llegó con un robo de Shaw en el centro del campo a un timorato Gnabry. El del United, un bisturí, se apoyó en Grealish, que centró y Kane remató de cabeza en boca de gol. Neuer no pudo hacer nada ante el testarazo que abrió la cuenta del de Walthamstow. Era el 86. Southgate aportó cemento al sacar a Henderson por el amonestado Rice.

Alemania ya estaba tocada de muerte. No hubo reacción. Inglaterra está en cuartos de final con justicia.