pamplona - En la tarde de ayer, Imanol Arregui todavía hablaba en presente o pretérito perfecto del partido del día anterior. Para él, que había pasado la noche en blanco, el choque había sido un rato antes. Su cabeza no había cambiado de día. Lamenta la falta de definición de su equipo, pero sabe que no le puede pedir más en la pista.

¿Qué sensación le queda tras la Copa?

-Sensación de impotencia. En la primera parte hemos tenido las mismas ocasiones que ellos en la primera parte y nos vamos al descanso perdiendo 2-0. Y en la segunda parte somos mejores y tampoco marcamos. Para ganar a un equipo grande tienes que meter tres o cuatro goles como mínimo. Porque ellos te van a hacer gol, porque tienen jugadores para ello y una plantilla larga que les permite mantener el nivel todo el partido. Si quieres ganar a Barça, Pozo o Inter, tienes que estar acertado y meter tres o cuatro. Tuvimos varias ocasiones, de Rafa, de Dani, de Ortego, el palo de Dani... El equipo en juego hace un buen partido. Pero el gol se paga. Colectivamente estuvimos bien, pero faltó el tema de cara a puerta y alguna cosita más. El equipo estuvo bien, pero no estuvo perfecto. Luego somos como somos y nos vamos enfadados porque queremos ganar la Copa. Pero la realidad es la que es.

¿Pozo, Inter y Barça siguen estando muy lejos?

-Sigue habiendo una gran diferencia entre los tres grandes y el resto. Con lo que ellos pagan a dos jugadores, nosotros hacemos toda la plantilla. Por eso es increíble que estemos terceros en la Liga, por encima de Inter, de Palma, de Jaén... Porque somos lo que somos.

¿Le queda la sensación de que no compiten en igualdad de condiciones?

-Nunca vamos a estar. Competimos con nuestras armas. Son menos que otros muchos y cuando vas a estos eventos como Copa de España o play off por el título, tienes que estar perfecto. Estuvimos bien, pero no perfectos. Por eso vuelves triste. Tenemos desgaste en el partido anterior de los cuartos de final ante Peñíscola, pero en la segunda parte de la semifinal somos mejores que el Barça. Pero no te vale con ser mejor. Hay que ser mejor y está acertado. Nos faltó ese puntito.

Esa final entre ElPozo y Barcelona, los dos cabeza de serie, ¿es la final lógica?

-Barça, Inter, Pozo... Cualquier final dentro de ese triángulo es lo normal en una competición de este tipo. Son los clubes que tienen el presupuesto y plantilla para ello.

¿Tiene la sensación de que al equipo cada vez se le exige más?

-Hacer las cosas tan bien tiene su lado bueno y su lado malo. El bueno es que por esa dinámica que llevamos en la Liga se generan una expectativas, que está bien, y el lado malo es que jugamos contra Peñíscola y parece que nosotros somos el Barça y se nos olvida que Peñíscola le ha ganado al Barça en el Palau, que le ha empatado a Inter en Torrejón... El aura que hay alrededor es que tenemos que ganar fácil. Pero no es así, porque no somos un equipo grande en el tema de presupuesto y plantilla, aunque en otras cosas sí. Está bien que se genere expectación, porque el equipo está haciendo las cosas muy bien, pero no tenemos la obligación que tienen otros. Ni siquiera en la Liga. A veces se pierde la perspectiva. Somos lo que somos y nuestra fuerza está en el bloque, pero no se nos puede comparar con los tres grandes. Tenemos otras cosas. El equipo compite muy bien y se deja la vida en cada partido. Hay cosas que no las da el dinero y todas esas cosas el equipo las tiene, pero luego hay otras cosas que te las da la pasta, y eso se paga. El Barça no tuvo más ocasiones que nosotros, pero ganan porque tienen más pegada. No merecemos llegar al minuto 35 sin haber metido un gol, pero esto no se trata de merecer, sino de hacer.

Ahora hay que digerir la Copa y cambiar el chip, porque la Liga llega el fin de semana. El viernes llega el Zaragoza al Anaita.

-Hay que levantarse. Quedan siete partidos de Liga, estamos terceros, en una situación privilegiada, y vamos a ver si somos capaces de mantenernos entre los cuatro primeros, que para nosotros sería algo grande tener el factor pista a favor. No va a ser fácil mantenerlo, porque tenemos partidos complicados, pero estamos ahí y nos tendrán que bajar.

En Valencia, a casi 500 kilómetros, un grupo de 300 aficionados navarros se dejó oír.

-La afición es impresionante. La gente, una vez más, es lo más grande. Un montón de seguidores apoyando al equipo. Como siempre, nuestros aficionados fueron respetuosos en la victoria y en la derrota. Les dimos una alegría y fue una pena lo de las semis. Pero creo que la gente es consciente de que el equipo lo da todo y no puede dejar en la pista más de lo que deja. Esto es deporte y se tienen que juntar varias cosas para ganar a un equipo de estos. El sábado se juntaron muchas, pero todas no. Hay que corregir los errores, aunque siempre va a haber errores, pero también reforzar las cosas positivas, y pensar ya en lo que nos viene.