los que peinamos canas recordamos, unos con más cariño que otros, a los árbitros de antes, siempre vestidos de negro, con desigual presencia física, con apariencia de señores mayores y algunos, no todos, con ciertas prominencias abdominales.

Eran árbitros prácticamente aficionados que dedicaban la mayor parte de su tiempo a sus respectivas profesiones, hacían equilibrios para poder entrenarse a ratos y tenían unas mínimas compensaciones económicas por sus actuaciones. Toda la unificación de criterios se resumía en una reunión de principio de temporada donde poco a poco se fueron introduciendo unas no muy exigentes pruebas físicas, Don José Plaza y Don Vicente Acevedo, que en paz descansen, hacían lo que se podía con los medios disponibles, las nuevas tecnologías no se habían inventado. Cada uno organizaba sus viajes tratando de no restar horas a su trabajo e incluso él mismo se compraba su uniforme. El árbitro actual es un profesional con todos los medios a su alcance, correctamente retribuido, sigue un plan de entrenamientos programado, cuida su alimentación, dispone de médicos, fisios, dietistas, participa en seminarios continuos y planifica concienzudamente sus partidos. Es un árbitro perfectamente preparado física, técnica y psicológicamente, vive por y para el arbitraje? y ya no suele vestir de negro.

No cabe ninguna duda de que el árbitro actual está mejor dotado en todos los aspectos, que su presencia física y su preparación están a años luz de sus compañeros del pasado, pero hay un aspecto en el que unos y otros coinciden, los dos realizan su labor con un tremendo cariño y se sienten fuertemente implicados en su colectivo, dentro de él han crecido escalando posiciones, subiendo peldaño a peldaño con su propio esfuerzo, desarrollándose personalmente, sintiendo muchas veces la incomprensión a su alrededor pero sintiendo también el calor y el apoyo de sus compañeros.

Sí, sí, no lo olvido, se siguen equivocando, pero mucho menos que antes, cada vez menos, eso es el progreso.

El autor es Vocal de Formación del Comité Navarro de Árbitros de Fútbol.