para Marc, su entorno y HRC era terriblemente importante lo de ayer. Que tras la tormenta de Austin las aguas volvieran a encontrar su camino natural, aquel que marca que el hoy sin duda mejor piloto de la parrilla retornara de nuevo por la senda de la victoria. Más aún con la información revelada, de forma más menos oficiosa, respecto al problema que provocó su caída inesperada cuando lideraba la carrera en territorio americano. Desde el primer momento Márquez se autoseñaló como principal culpable de semejante revolcón imprevisto. Sin embargo durante esta semana hemos sabido, siempre de forma no oficial, que la Honda tuvo algún problema continuo de electrónica durante todo el fin de semana, más concretamente de freno motor, que de forma directa provocó la caída. Marc nunca lo ha reconocido como tal, cosa que hubiera sido entendible para poder justificar semejante error. Su lealtad hacia su marca y su forma de ser, se lo impedía. En vez de ello, contesta sobre el renovado asfalto de Jerez. Lidera de principio a fin y ofrece a su equipo otra nueva victoria como el mejor bálsamo posible. Y en un día de reafirmaciones, sobresaliente para Rins sobre su Suzuki. De ganar en Austin a ser segundo, creyéndoselo, con desparpajo y sin complejo de inferioridad hacia los dos gigantes japoneses. Sinceramente será complicado que ponga en jaque al rey Márquez, pero que a día de hoy es sin duda el principal grano molesto que le puede salir al de Cervera. Todo lo contrario que la carrera ofrecida por Lorenzo. Yo soy de los que apuesto que Jorge volverá a pelear carreras con la RC213V, pero cada vez me voy quedando con menos argumentos para defenderlo. 18 segundos de diferencia y la peor Honda en parrilla tira la moral por los suelos a cualquiera. Tendrá que remar mucho si quiere volver a su rumbo.