Vitoria - El CSKA cerró ayer una semana perfecta en Vitoria con la consecución de un nuevo título de la Euroliga que engrandece todavía más su historia. Entre todas las etapas de la competición, hasta en ocho ocasiones ha alzado ya el club del Ejército Rojo el gran título continental, lo que le sitúa como segundo en solitario en el palmarés de la competición -hasta ayer se encontraba igualado con el Maccabi- solo por detrás de los diez entorchados que atesora el Real Madrid, líder de esta clasificación en solitario desde que en 1978 conquistase su sexto trofeo.

El CSKA fue quien acabó con el inicio demoledor del ASK de Riga, quien había ganado las tres primeras ediciones de la Copa de Europa y al que derrotó en la final de 1961, una conquista que repetiría dos años después, en 1963, contra el Real Madrid. Un duelo que marcaría los primeros años de la competición y que se repitió en 1965, entonces con triunfo blanco, y de nuevo en 1969 con victoria para los moscovitas.

En la década de los setenta, el CSKA se enfrentó en dos finales al Varese -un club que jugó todas las de ese período de diez años desde 1970 a 1979-, con victoria en 1971 y derrotas en 1970 y 1973. Ahí se acabó el idilio del equipo de Moscú con la antigua Copa de Europa, ya que no volvería a aparecer en una final hasta 2006.

Justo tras la escisión de los clubes de la FIBA y la posterior reunificación, los rectores del CSKA comenzaron a realizar inversiones económicas multimillonarias para armar un proyecto ganador. Desde su reaparición en 2001, el equipo ruso ha estado presente en dieciocho Final Four, la de ayer era su séptima final y acumulaba tres títulos en esta era. Con el entorchado de anoche mejora sus registros estadísticos de manera considerable, ya que en muchas ocasiones temporadas maravillosas han quedado empañadas por sus sonados tropiezos a la hora de la verdad.

El CSKA jugó cuatro finales seguidas, consiguiendo el título en 2006 y 2008 y cayendo en 2007 y 2009. Reapareció en el partido por el título en 2012 y cayó de nuevo, mientras que en su última presencia, en 2016, se hizo con su séptimo trofeo en Berlín.

En el banquillo moscovita ya se encontraba entonces un Dimitris Itoudis que se ha quitado de encima las dudas que había generado tras sus fracasos en las dos últimas Final Four. El técnico griego, mano derecha de Zeljko Obradovic en su etapa en el Panathinaikos, alcanzó ayer el segundo título de Euroliga como entrenador jefe.

En el plano individual, Kyle Hines se situó ayer como el jugador en activo más laureado de la competición. El pívot estadounidense, ganador de la Euroliga con Olympiacos (2012 y 2013) y CSKA (2016) y Kostas Sloukas se encontraban empatados a tres trofeos. Hines alcanza a Emiliano Rodríguez, Lolo Sáinz, Carlos Sevillano, Marino Zanatta, Cristóbal Rodríguez, Wayne Brabender y Sarunas Jasikevicius. - DNA