pamplona - La navarra Carlota Ciganda terminó ayer el Open Británico con una meritoria séptima plaza, cerrando su actuación a siete golpes de la vencedora, la japonesa Hinako Shibuno, que finalizó el campeonato con un total de 270 golpes, dieciocho bajo par.

La pamplonesa ha tenido una actuación muy regular durante los cuatro días de competición, concluyendo los tres primeros con 69 golpes, tres bajo par, salvo en la jornada de ayer, cuando logró 70 tras ir de menos a más.

Ciganda tuvo un mal inicio de recorrido con dos bogeys (hoyos 1 y 4), pero en el haber hay que destacar un eagle (15, un par 5 acabado en tres) y dos birdies (7, 12). En general, una actuación notable.

shibuno, ganadora La joven japonesa Hinako Shibuno, de tan sólo 20 años, dio la gran sorpresa al imponerse en el Open Británico femenino al resistir el asalto en la última vuelta de la estadounidense Lizzete Salas, convirtiéndose en la segunda jugadora de su país en hacerse con un grande.

El triunfo de la sonriente Shibuno, que inició la cuarta jornada ya como líder, llegó con un putt espectacular en el último hoyo, de unos cinco metros, que la llevó a un birdie que destrozaba las ilusiones de una Salas que esperaba ya en el campo de prácticas para jugar un posible desempate que parecía inevitable.

Shibuno, que no dudó en declarar este jueves al inicio del Abierto Británico que su objetivo era pasar el corte, al ser su primera participación en un grande.

Ahora, con un total de 270 golpes (-18), con una cuarta tarjeta con 68 (-4) iniciada de forma desalentadora al cometer un doble bogey en el hoyo 3, pero con remontada especialmente con cinco birdies en los últimos nueve hoyos, y la guinda del excelente putt final, ya se ha convertido en la nuevo ídolo de su país. Y ascenderá muchas posiciones en una clasificación mundial que la veía en el puesto 46.

El final de la japonesa eclipsó la cuarta excelente tarjeta de Salas. Sus 65 golpes finales le hacen compartir la mejor tarjeta con Buhai. En el momento en que Shibuno embocó el putt decisivo, Salas se estaba entrenando para jugarse todo a un hoyo. Se le vino abajo el sueño de conseguir su primer grande. - Efe