Juaristi Iraurgi78

Basket Navarra70

JUARISTI Powell (15), Guridi (4), Reaves (18), Beraza (8), Dziuba (2)-cinco inicial-, Lowrence (15), Bartolomé (6), Hevia (3), Aizpitarte, Salazar (7).

BASKET NAVARRA Thomas (21), Narros (13), Lafuente (1), García (4), Sonseca (11)-cinco inicial-, Wilson (2), Real (5), Jiménez (6), Estévez (2), Yarnoz (2), Gómez (3).

Parciales 16-23, 17-16, 20-8, 25-23.

Árbitros García y Escarti.

Estadio Pabellón Amorebieta.Javi Gómez

Pamplona - Perder por ocho puntos en la casa del líder invicto podría entrar dentro de la lógica, pero las alarmas ya están encendidas para Basket Navarra tras tres derrotas consecutivas y, de nuevo, un partido en el combinaron momentos brillantes con otros desastrosos. Una imagen ya repetitiva y que debería preocupar, y mucho, tanto al cuerpo técnico como a la plantilla.

Y es que combinar un primer cuarto en el que el equipo defiende, tapona, está intenso y es capaz de anotar cinco triples en menos de diez minutos, con un tercero en el que la intensidad brilla por su ausencia, el juego de ataque se reduce a acciones individuales y las decisiones son, como mínimo, cuestionables.

Así pues, Basket Navarra vuelve a tener mimbres para hacer algo grande y lo demuestra cada encuentro, pero también es que la supuesta ventaja de renovar a un bloque de jugadores que podía ser una ventaja para el inicio de temporada no lo está siendo.

En cuanto el encuentro se sale de los cauces establecidos, Basket Navarra se ve sometido a un autobloqueo mental. Ya se vio contra el Marbella y ayer en Amorebieta. Tras una primera parte controlada en la que el equipo llegó a tener 12 puntos de ventaja gracias al acierto desde la larga distancia y a unas defensas que complicaban hasta al infinito el ataque de los locales.

Pero llegó el descanso y la idea se torció. Iraurgi, que no va líder por casualidad, comenzó a apretar las líneas de pase y a colapsar a Basket Navarra. Los navarros vieron como la ventaja se le redujo a tan solo un punto. Entonces Xabi Jiménez pidió su segundo tiempo muerto en el tercer cuarto (quedándose solo con uno para lo que quedaba de encuentro) y el resultado no pudo ser peor: del 46-47 se pasó al 53-47 que reflejaba el marcador al final del tercer cuarto.

El último cuarto fue un continuo quiero y no puedo. Pasó parecido contra el Marbella. Un equipo bloqueado que intentaba remontar a base de coraje en ataque, pero sin poder controlar el ritmo de juego ni el poder ofensivo del rival. Así pues, aunque los navarros consiguieron ponerse a tan solo cinco puntos cuando quedaban poco menos de dos minutos a base de triples, pero ya estaba Iraurgi tan metido en el partido que la remontado fue imposible.

Otra derrota dura y, sobre todo, una imagen preocupante que debe hace reflexionar y mucho a todos los componentes de Basket Navarra.