La jueza de guardia de Aoiz ha decretado este lunes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de un varón detenido por la Policía Foral como supuesto autor de un delito de homicidio en grado de tentativa por haber acuchillado a otro hombre en un domicilio de Sarriguren después de haberse citado a través de una aplicación de citas para personas homosexuales. También se le imputan los delitos de amenazas y hurto.
Según consta en el atestado, tras contactar el denunciante con el denunciado a través de la aplicación Grindr, éste acudió al piso que el denunciante le indicó, en Sarriguren, donde estuvieron un total de cuatro personas. Tras mantener relaciones consentidas entre ambos, y una vez avanzada la tarde, el denunciante le manifestó al investigado, de nacionalidad marroquí, que tenía que marcharse, a lo que éste se negó pidiéndole que le dejara quedarse ya que no tenía dónde alojarse.
En ese momento, relata el auto de prisión, el denunciante se percató de que había desaparecido el teléfono móvil de uno de sus amigos, el dueño de la casa, y le pidió explicaciones al investigado, quien "empezó a amenazarle con un cuchillo”. Según consta, el denunciante empezó a escribir a un amigo para pedirle ayuda, arrebatándole el móvil el investigado, diciéndole “de aquí no vas a salir” empezando una discusión por dicho móvil y por la circunstancia de la supuesta grabación de las relaciones habidas entre ellos por parte de una de las personas que había en la casa.
Ataque con un cuchillo
En el relato del denunciante ante Policía Foral se señala que “el investigado empezó a dañar las cosas, buscando cámaras por la casa, llevando un cuchillo en la mano con el que intentaba acuchillarle, habiéndole lanzado un jarrón el denunciante que no le alcanzó, tratando de apuñalarle el investigado cuando se encontraba en el suelo, tanto en la zona del tronco hacia el pecho y el vientre, defendiéndose el denunciante con una figura de madera, y agarrando al investigado de la mano del cuchillo para pararlo, doblándolo el investigado el filo para clavárselo, mientras le mordía en el dedo gordo de la mano derecha”. Una vez pudo zafarse del investigado, pidió ayuda a un vecino para que llamara a la Policía.
Consta en el atestado “un parte de lesiones en el que se constatan las lesiones en la mano izquierda sufridas por el denunciante, quien debió ser operado de la misma. Obra igualmente en el atestado la declaración del dueño del domicilio, según la cual el detenido "llegó al mismo tras haber contactado el denunciante con él a través de Grindr, estando igualmente incorporadas las capturas del teléfono del denunciante en el que se aprecia que, efectivamente, fue esa la finalidad del investigado y no la adquisición de droga por parte del mismo".
El investigado, tal y como manifestó ante la Policía Foral, relató que “fue al piso para adquirir drogas, que allí consumieron droga y tomaron un zumo, sintiéndose drogado, que salió a comprar y cuando volvió había cuatro hombres detrás de la tele, escapándose dos de ellos, que sospechó que le habían grabado, por lo que le arrebató el móvil al denunciante pidiéndole que llamara a dichas personas para que borrasen las imágenes, siendo entonces cuando empezó la discusión”.
Si bien negó haber llevado cuchillos al domicilio, la jueza afirma que “el propietario de la vivienda indicó a los agentes que no le pertenecían. Reconoció que se produjo un forcejeo y, si bien manifestó que fue el denunciante quien sacó el cuchillo, no resulta verosímil tal versión, máxime teniendo en cuenta que es el investigado quien tenía interés en acceder al móvil y borrar las supuestas imágenes grabadas”.
En el propio atestado, en la inspección ocular, “se destaca la existencia de marcas en el parqué, donde supuestamente el investigado habría tratado de apuñalar al denunciante, quien con la mano izquierda trató de parar el acometimiento, resultando finalmente dañado en la misma, habiéndose sido operado de urgencia”.
El investigado negó haber escondido el cuchillo en el rellano e indicó que se quedó en el domicilio, pero “consta la manifestación de un vecino, que vio al investigado con el cuchillo y dos móviles en la mano, y que había visto donde había dejado éste el mismo, en concreto en el cuarto de contadores, detrás de un plástico, donde efectivamente apareció”, señala la jueza en su resolución.
Versión exculpatoria
A la vista de lo expuesto, “no cabe duda de que las manifestaciones realizas por el denunciado con ánimo exculpatorio, no resultan verosímiles, resultando más creíble lo manifestado por el denunciante, cuya versión ante la Policía viene corroborada además por la grabación incorporada al atestado en el que el denunciante le cuenta al dueño de la vivienda lo mismo que ya indicó a la Policía Foral sobre la forma en que se produjeron los hechos, mencionando los cuchillos que tenía el investigado”.
En definitiva, se estima que “existen indicios suficientes de que se produjeron los hechos como relató el denunciante, siendo creíble que el investigado, quien reconoció no tener donde quedarse, durmiendo en la calle o donde puede, no quisiera marcharse, y amenazara y forcejeara con el denunciante por los móviles que había sustraído y por la circunstancia de la supuesta grabación, la cual le provocó mucho nerviosismo y alteración, como así reconoció en su declaración, y que en consecuencia acometiera contra el denunciante con el cuchillo, quien al poner la mano evitó que ocurriera un desenlace de aun mayor gravedad”.
Ante la petición del Ministerio Fiscal que su ingreso en prisión, la jueza ha acordado el encarcelamiento del joven arrestado por la Policía Foral “por el riesgo de fuga que puede producirse dada la gravedad de los hechos y las penas con que se castiga, así como la circunstancia de carecer el investigado de domicilio conocido y de cualquier tipo de arraigo familiar, así como la finalidad de evitar que pueda atentar contra bienes jurídicos de la víctima”.