El equipo masculino de La Única Rugby Taldea buscará el ascenso a División de Honor B el próximo 17 de octubre en San Amaro (Burgos). Después de siete meses de parón y siempre que la situación sanitaria lo permita, La Única disputará la fase de ascenso en una liguilla junto al CR Ferrol y al Palencia RC o el Llanerense. El presidente del club, Juantxo Barcos, afronta esta oportunidad con “ganas e ilusión” de volver a la categoría que “le corresponde al equipo por calidad y por ganas”.

El ascenso se lo jugará en una liguilla exprés, con dos partidos reducidos a 40 minutos cada uno y en un solo día. Sus rivales en el grupo serán el CR Ferrol y el Palencia RC o el Llanerense, que deben disputar una ronda previa. El primero del grupo subirá directamente a División de Honor B. Antes de la suspensión por la pandemia, el equipo navarro era líder de la Liga Autonómica y el Durango, segundo clasificado a tres puntos de distancia, renunció a jugar la fase de ascenso. Por ello, será la Única quien pugnará por la plaza que deja el descenso del Oviedo del Grupo Norte de División de Honor B. Una liga donde juegan equipos del País Vasco (donde compite Navarra), Galicia, Castilla y León, Asturias y Cantabria.

El presidente del club, Juantxo Barcos, se muestra muy ilusionado con la posibilidad de subir a División de Honor B. “Ascender sería una alegría muy grande, porque demostraría que el trabajo da sus frutos y que se está haciendo bien desde la base. Además, supondría estar en la competición que nos corresponde por calidad y por ganas. Llevamos ya varios años quedando primeros o segundos de la Liga Autonómica y ya estuvimos hace cuatro años en División de Honor B y bajamos con muchos puntos. Nos merecemos estar ahí”, afirma.

Para lograr el ascenso, La única deberá derrotar a rivales muy duros: el Ferrol y el Palencia o el Llanerense. “En rugby, no hay favoritos y depende mucho de cómo salgas al campo. Estamos con ganas y hemos recuperado a algunos jugadores que habían estado en División de Honor. Lo que no sé es cómo estarán los rivales ni en qué condiciones habrán entrenado, pero seguro que tendremos que pelearlo mucho”, explica.

El presidente no duda de la entrega de los jugadores, que desean volver a jugar tras mucho tiempo de espera. “Tanto los chavales como la gente del club tenemos muchas ganas. Con toda la situación que estamos viviendo, da más ilusión tener un objetivo tan importante marcado y que parece que puede cumplirse”, señala.

Al ser una competición nacional, la celebración o no depende de la Federación Española de Rugby y, en última instancia, del Consejo Superior de Deportes. “No sé si se acabará jugando o no. En este momento, garantizar que algo se vaya a hacer dentro de diez días es imposible en cualquier actividad”, relata.

La fase de ascenso cuenta con estrictos protocolos de seguridad. Todos los jugadores y los técnicos tendrán que pasar una PCR con 72 horas de antelación, además de las medidas habituales de gel, mascarilla y distancia de seguridad. “Tenemos incertidumbre porque no sabemos si habrá positivos o no en el equipo. Nosotros viajamos en el día y vamos a pedir un autobús el doble de grande para que se pueda mantener la distancia entre todos. En Burgos, no nos podremos juntar con los demás ni habrá tercer tiempo”, explica Juantxo.

La fase de ascenso supondrá el regreso a la competición tras siete meses de parón, en los que el equipo ha ido entrenando ajustándose a la evolución de la pandemia. “Durante el confinamiento, encargamos a los preparadores físicos una serie de ejercicios para poder mantener el tono físico con trabajo de fuerza y elasticidad. También hicieron algún entrenamiento conjunto por videoconferencia y la gente respondió. A partir de agosto, se empezó con el entrenamiento específico, primero en pequeños grupos para trabajar lo técnico y lo táctico. El último mes, ya se ha empezado con contacto y oposición”, comenta.

Estos últimos días, el equipo ha podido incluso disputar dos partidos amistosos, uno entre ellos -juntando al primer equipo y al filial- y otro en Sara, que fue como un entrenamiento dirigido.

El posible ascenso de La Única sería muy importante para el club, al que ha afectado notablemente la crisis de la covid-19. “Los patrocinadores que tenemos, que son principalmente de hostelería y de viajes, no pueden pagarnos. Además, si subimos, el gasto del equipo en División de Honor B será mayor, así que tendremos que tirar de imaginación y pedir ayuda a las instituciones”, confiesa.

Si el equipo sube a División de Honor B, empezaría su competición en la nueva categoría la semana siguiente, el 24 de octubre. “Ojalá tengamos suerte”, concluye Juantxo.

Los partidos

Liguilla exprés. El grupo es de tres equipos, que disputan dos partidos cada uno. El primero de cada liguilla asciende a División de Honor B.

Un rival, por determinar. La Única no conoce todavía a uno de sus rivales del grupo, ya que el Palencia y el Llanerense deben disputar una eliminatoria previa.Partidos cortos. Para poder jugar los dos encuentros en un mismo día, durarán tan solo 40 minutos, dos tiempos de 20.

Medidas sanitarias. Los jugadores y el cuerpo técnico deberán someterse a un test PCR 72 horas antes al encuentro. La Única viajará en el día y en un autobús con el doble de plazas para garantizar la distancia.

“Ascender sería una gran alegría y supondría volver a la categoría que nos corresponde por ganas y calidad”

Presidente de La Única