Asier Martínez Etxarte (22/4/2000) llega a los Juegos Olímpicos en un momento de dulce. Se acaba de proclamar campeón de Europa sub-23 de 110 metros vallas -su primera medalla internacional- y ha mostrado una regularidad propia de un atleta ya consagrado, con cuatro carreras por debajo de 13.36 en apenas dos meses. Su progresión este año ha sido increíble y lo mejor es que parece que sigue lejos de su techo.

Asier Martínez y su entrenador François Beoringyan viven un momento “feliz” tras lograr el sábado el mayor objetivo de la temporada, el oro en el Europeo sub-23 con un nuevo recital de Asier Martínez (13.34). “Esto es algo histórico y no sé describir lo que siento. Estoy muy contento y me alegro mucho por mi entrenador, que lo vive en primera persona siempre”, explica el vallista.

Su entrenador, François Beoringyan, quiere destacar la dificultad de la victoria. “Fue mucho más difícil de lo que la gente se puede pensar. Llegaba con la mejor marca, pero con muy poca diferencia con los rivales. Estaba todo muy apretado y estamos muy orgullosos de lo que hemos conseguido”.

El Europeo sub-23 fue el último test antes de los Juegos Olímpicos, a los que el navarro llega en un gran momento de forma. “Creo que físicamente Asier está bien. Igual estas últimas semanas ha estado un poco agotado a nivel nervioso, pero físicamente está bien. Nosotros lo que hacemos es meter toda la carga en invierno y mantener el pico de forma el mayor tiempo posible. Ahora se trata de prolongar este estado hasta Tokio e igual sí que hacemos más hincapié en aspectos técnicos que podemos mejorar a corto plazo y que nos pueden hacer correr más”, explica Beoringyan.

El próximo 3 de agosto, Asier Martínez, con solo 21 años, se convertirá en el sexto atleta foral en ser olímpico después de Goya Ferrer (1992), Iñigo Monreal (1996 y 2000), Marta Mendía (2000 y 2004), Sergio Fernández (2016 y 2021) y Estela Navascués (2016). Una cita a la que el navarro siempre ha tenido un especial respeto y a la que llega con el único objetivo de disfrutar.

François Beoringyan, que no podrá acompañar a su pupilo a Tokio, asegura que Asier Martínez irá sin ninguna presión. “Hemos tenido mucha angustia porque éramos los favoritos en el Europeo sub-23 y en los Juegos iremos a competir también, pero con menos presión porque nadie nos espera y eso nos va a beneficiar. Yo no voy a viajar a Tokio porque dicen que no quedan plazas y es una decepción tremenda. Lo veré desde la distancia, pero estoy seguro de que Asier hará un buen papel aunque yo no esté”.

Una pareja de oro

Asier Martínez y François Beoringyan han crecido de la mano hasta tocar el cielo. La relación entre pupilo y entrenador comenzó hace seis años y, desde entonces, no han dejado de cosechar éxitos junto al resto de compañeros del Grupompleo Pamplona Atlético.

François Beoringyan (4/10/1974, El Chad) es uno de los entrenadores de moda del atletismo estatal y sus pupilos copan los podios de todo tipo de competiciones: Nerea Bermejo, Laila Lacuey, Iker Alfonso, Martina Wiafe, Iratxe Sarasola, Ander Iriarte y, por supuesto, Asier Martínez, son algunos de los atletas que conforman el sensacioal Swan Team.

El entrenador llegó a Pamplona procedente de París en 2002 y, después de competir como saltador de altura, empezó a enseñar atletismo, su gran pasión, en la escuela del Pamplona Atlético, creada en el año 2000. Por aquel entonces, el club apenas contaba con 30 atletas y fichaba a gente de fuera para poder competir.

En ese año 2000, Asier Martínez acababa de nacer y, tras crecer en una familia de deportistas, empezó a “corretear” en Ardoi a los 5 años. En edad cadete, fichó por el Pamplona Atlético, un club al que, gracias a su trabajo de cantera, comenzaban a llegar jóvenes atletas que se convertirían en grandes promesas del atletismo foral. Una de ellas, sin duda, era Asier Martínez. Todo un diamante en bruto.

A los 16 años, se puso a entrenar con el grupo de François Beoringyan altura, precisamente la disciplina en la que el técnico había destacado como atleta. Y Asier Martínez era un saltador excelente. Posee los récords navarros sub-16 y sub-18 y una marca de 2.04, pero no terminaba de disfrutar. Su entrenador, con ese ojo mágico que le caracteriza, decidió encaminar poco a poco a Martini -como le llama cariñosamente- hacia la velocidad y las vallas.

El navarro combinó ambas disciplinas durante algún año (fue campeón de España juvenil en altura y subcampeón en vallas en 2018) hasta que se decantó por la velocidad. Visto el resultado, está claro que no se equivocó.

Pero todavía quedaban muchas horas de esfuerzo por delante. Pupilo y entrenador siguieron trabajando en la sombra, sin hacer ruido. A veces en Larrabide y otras muchas a distancia en Bilbao, donde Asier Martínez estudia Ciencias Políticas. Así fueron creciendo hasta llegar a su primera experiencia internacional: el Campeonato de Europa sub-20 de 2019, en el que se quedaron a las puertas de la final.

El 2020, que pasará a la historia por el coronavirus, fue también el año en el que empezó la explosión de Asier Martínez. En plena cuarentena, el vallista se centró y se dio cuenta de que quería dedicarse al atletismo de verdad. Dicho y hecho. En el regreso a la competición ese verano, se proclamó campeón de España absoluto y sub-23.

Y este 2021 simplemente ha sido un año de ensueño. Brilló en la pista cubierta siendo campeón de España y con un cuarto puesto en el Eurpeo con el que dejó su carta de presentación en el panorama internacional. Al aire libre, ha sido campeón de España sub-23, subcampeón de España absoluto en una espectacular carrera junto a Orlando Ortega y, este sábado, campeón de Europa sub-23. Casi nada.

Ahora, solo le queda disfrutar en los Juegos Olímpicos de Tokio, a los que llega, sin duda en un momento de oro.