Pamplona. La primera década del siglo ha deparado historias empresariales de mucho éxito. Y las hay en todos los sectores económicos, no sólo en las renovables. La construcción vivió sin duda sus años dorados, que terminaron abruptamente a mediados de 2008, pero que permitieron a numerosas empresas navarras adquirir volumen y romper fronteras. Hoy, firmas como Arián y Obenasa, crecidas al calor del desarrollo local, generan ingresos en países tan alejados como China, donde la primera edifica viviendas, o Chile, donde la segunda se ha lanzado a captar obra pública.

Incluso el textil, un sector arrasado por la competencia barata, es capaz de generar riqueza y empleo. El caso más significativo es el de Lorpen, una empresa de Etxalar que recibió en 2006 el premio a la exportación, y que ha demostrado que la innovación no sólo tiene que ver con energías renovables o biomedicina. También se puede ser innovador vendiendo calcetines. Lorpen factura más de siete millones de euros y vende más de 1,5 millones de calcetines de montaña por medio mundo, un 65% fuera de España. En Navarra trabajan unas 50 personas.

La firma, surgida en 1985, inicia su gran salto a finales de los 90, tras convertirse en una Sociedad Limitada. Sodena entra en el accionariado cuatro años más tarde y hace tres años la firma decide abrir su primera fábrica fuera de Navarra. Lo hace en Puebla (México), donde construye una réplica de la planta de Etxalar y desde la que atiende el amplísimo mercado estadounidense. Sus calcetines son innovadoras, resistentes y responden a la necesidad de un clientes exigente y especializado.

Sectores tradicionales, como el de la industria agroalimentaria, también son capaces de generar innovación y éxito. A comienzos de la década fue referencial el caso de Vega Mayor, pionera en la preparación y venta de ensaladas ya preparadas. Desde entonces, otras empresas han mostrado su capacidad para crecer vendiendo alimentos. Ultracongelados Virto, por ejemplo, se ha convertido en una de las más pujantes. Terminó 2008 con una facturación de 191,8 millones de euros, tras duplicar sus ventas en la última década. Hoy, la empresa de Azagra, funciona como proveedor de Mercadona, primer grupo de distribución en España, y acaba de invertir 27 millones en una planta en Badajoz.