alsasua. La huelga general convocada ayer por los sindicatos ELA, LAB, STEE-EILAS, EHNE e HIRU en defensa de los derechos sociales y laborales tuvo una amplia incidencia en la zona noroeste de Navarra. Comercios y bares cerrados, polígonos vacíos o con poca actividad y centros docentes con servicios mínimos eran las notas dominantes en muchas localidades.
"El seguimiento ha sido masivo salvo algunas excepciones. El tema ha calado hondo", señaló Gorka Vierge, responsable de ELA en Sakana. Desde LAB, Gaizka Uharte afirmó que "de las tres huelgas generales convocadas, ésta ha sido la más secundada. Vamos acumulando fuerzas y cada vez hay más gente que se suma a la mayoría sindical. Por ello, nos comprometemos a seguir trabajando".
El seguimiento fue desigual en las diferentes localidades. En Sakana, y según los sindicatos, la huelga estuvo respaldada principalmente en los valles de Burunda y Aranatz, de Ziordia a Lakuntza. En Irurtzun y Arakil, la secundó aproximadamente el 40% de la industria, parando la producción en SAPA. En la enseñanza fue del 50%.
En la industria de Lakuntza y Etxarri el seguimiento fue del 90% y del 100% en Arbizu, Bakaiku y Urdiain, según los sindicatos.
En Alsasua, el respaldo fue irregular. Las fuerzas sindicales cifraban en torno al 70% en Sunsundegui, la principal empresa de Sakana, y del 50% en Ibérica de Suspensiones, mientras que otras empresas como Lacunza Calor de Vida, Piensos Unamuno, Electricidad Ramos, Algoi, Mecalsa y Aldakin pararon ayer su actividad.
En la enseñanza y el comercio el respaldo también fue amplio. El IES San Miguel de Aralar y la ikastola Iñigo Aritza cerraron, cumpliendo con los servicios mínimos.
En Olazagutía y Ziordia el seguimiento también fue importante. No obstante, según fuentes de Portland Valderrivas, sólo el 16% de la plantilla secundó el paro en la cementera.
En Leitzaldea la respuesta también fue mayoritaria, en torno al 100%. En Larraun la incidencia fue menor, alrededor del 20% de la industria. En Betelu secundó la huelga la empresa Wisko.
MANIFESTACIONES Por la tarde, alrededor de 1.500 personas se manifestaron por las calles de Alsasua tras una pancarta en el se denunciaba "el saqueo de las pensiones". Los trabajadores de Arfe e Igartex también portaron sus propias pancartas. Los delegados fueron los encargados de leer el comunicado final, en el que se exigía al Gobierno español y a los partidos que rechacen el recorte de las pensiones, abogando por un modelo económico y social más justo. También recordaron la grave situación de Sakana, con 1.480 personas desempleadas. En Leitza se manifestaron unas 300 personas.