berlín. Al término de una reunión de dos horas en la Cancillería Federal, los dos dirigentes también escenificaron su apoyo a la creación de una tasa a las transacciones financieras -la llamada tasa Tobin- con el objetivo de que la banca contribuya a la salida de la crisis, pero al mismo tiempo pusieron de relieve su desacuerdo sobre el calendario y la forma de aplicarla.
Sarkozy insistió en que Francia aplicará la tasa en solitario con el objetivo de arrastrar así de inmediato al resto de países de la eurozona y del mundo, mientras que la canciller se dio de plazo hasta marzo para verificar si es posible un acuerdo a 27, su opción preferida.
Bruselas ha propuesto que la tasa a las transacciones financieras entre en vigor el 1 de enero de 2014, un plazo que tanto Francia como Alemania pretenden acelerar. Pero el primer ministro británico, David Cameron, reiteró el domingo que vetará cualquier plan para implantar este impuesto en toda la UE. Según los planes de la Comisión, la tasa gravará con un tipo del 0,1% las compraventas de acciones y bonos y con un tipo del 0,01% las de derivados, y podría recaudar 55.000 millones de euros al año.