Pamplona - En las grandes llanuras de Dakota del Norte, las temperaturas descienden a menudo en invierno por debajo de los 25 grados bajo cero, los lagos se congelan durante semanas y el trigo fue durante décadas el principal recurso de un Estado hoy rico en petróleo y en el que apenas viven 750.000 habitantes. Muchos de ellos son descendientes de inmigrantes noruegos, que hace ahora un siglo impulsaron el único banco público que sigue funcionando en la actualidad en Estados Unidos.
Creado en 1919 para apoyar a los granjeros y a pequeños comerciantes, el North Dakota Bank (BND) ha contribuido al desarrollo de un estado que presenta una baja tasa de desempleo y al que la institución financiera ha contribuido en los últimos años con unos generosos dividendos, cercanos a los 30 millones de dólares anuales. No en vano, en el último ejercicio ganó más de 120 millones de dólares con un negocio basado en “líneas de crédito barato para agencias gubernamentales estatales y locales, respaldo a los préstamos a estudiantes y bonos municipales”, explican los autores de Una propuesta progresista para salir de la crisis, donde se repasa la implantación de la banca pública. Más allá de su sede central, el banco no tiene sucursales, no hace publicidad y no invierte fuera del estado. Pero maneja los fondos no solo del estado, sino también de particulares.
Su caso animó a otros estados a analizar la posibilidad de poner en marcha bancos públicos similares, sin que de momento las iniciativas hayan cristalizado. Bien por la dudas acerca de su conveniencia o por la oposición de la propia banca privada, que ni lo ve necesario ni desea sumar un nuevo competido con el respaldo del estado. Pero donde aún existe, las entidades financieras públicas mantienen cierta presencia, si bien no han estado exentas de problemas. No solo las cajas -un modelo de banca pública con muchos matices-, también en Alemania algunas cajas regionales (landesbanken) han pasado problemas y se han visto obligadas a fusionarse.
en europa En Holanda, por ejemplo, existe una banca pública no universal, que no concede préstamos a particulares. Es el caso del BNG, propiedad al 50% del estado y de municipios y provincias. Financia a instituciones y vivienda pública y ha sido elegido entre los bancos más seguros del mundo. Similar función tiene el NWB, propiedad del estado y de las Juntas de Agua, antiguos órganos de gobierno regionales. Proporciona financiación a largo plazo a entidades públicas para infraestructuras sanitarias y educativas, asimismo de vivienda social.
Mucha más fuerza tiene la banca pública en Alemania, donde posee una cuota de mercado cercana al 24%. Cajas regionales y municipales conforman una tupida red de entidades de tamaño medio o incluso pequeño que históricamente ha ofrecido financiación a la potente industria alemana. Su salud financiera ha sido cuestionada en los últimos años, pero el Gobierno alemán ha evitado sea examinada con rigor.
Todo ello era analizado esta misma semana por el presidente del Deutsche Bank, el británico John Cryan, quien reconocía que el elevado número de entidades y la fuerte presencia pública estrechaban los márgenes con los que trabaja allí la banca. “En Alemania hay demasiados bancos, al no haberse acometido una reestructuración similar a la española”, dijo Cryan, para quien “el elevado número de bancos en Alemania crea una competencia muy fuerte sobre los precios”, algo que “es bueno para los clientes pero malo para el sector bancario”. El presidente de Deutsche Bank también consideró que muchos bancos alemanes no tienen “presión de lograr unos ingresos más atractivos porque son de propiedad pública como es el caso de las cajas de ahorro y los bancos regionales de los Estados federados”. - J.A.M.
Francia. La mayor parte del sistema es privado, pero existe banca pública, como la Caisse de Dépôts, que compite con la privada y a la vez participa en la banca pública de inversión. París posee su propia caja municipal y Banque Postale, creado en 2006, capta depósitos y concede préstamos al consumo.
Italia. Banco Posta, similar al caso francés, es también propietario de la Banca del Mezzogiorno, que fomenta inversiones en el sur de Italia. Junto a ello, existen experiencias de colaboración público-privada como FinLombarda y FinPiemonte, donde participan entidades privadas como las Cámaras de Comercio.
Suiza. El país bancario por excelencia mantiene 24 bancos cantonales públicos, que concentran el 13% del total de los activos financieros del país.
Impacto en la crisis. Un estudio que analiza el comportamiento de 560 bancos públicos y privados en la crisis financiera concluye que los primeros incrementaron el crédito 5,5% mientras que los segundos lo recortaban un 9,4%. y destacaba su papel en la reconversión de sectores.