barcelona - El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz fue ayer rotundo al afirmar que la recuperación de la economía española es incompatible con los nuevos ajustes que le exige la UE. Stiglitz, de visita en Barcelona con motivo de la presentación de su último libro, El euro. Cómo la moneda común amenaza el futuro de Europa, explicó que aunque España “parece que se está recuperando”, sigue teniendo una tasa de desempleo excesivamente alta, cerca al 20%.

Ello se debe, según el economista, a que la mejora está siendo tan débil que las tasas actuales de crecimiento, próximas al 3%, “no son suficientes” para que el desempleo disminuya tras una larga e intensa recesión.

“El Gobierno ha intentado vender que hay crecimiento, que son brotes verdes y que la recuperación está en camino, pero esta recuperación es muy débil”, subrayó el experto.

Según Stiglitz, una de las razones por las que la tasa de paro está como está, “en una situación penosa”, es que existe un elevado nivel de migración juvenil, una “fuga de cerebros”, dijo, que puede debilitar aún más la incipiente recuperación.

Si a ello se le añade el hecho de que la Unión Europea ha amenazado con multar a España por incumplir el déficit y que le exige nuevos ajustes, la recuperación de la economía española puede verse truncada, advirtió el Premio Nobel.

“Me quedé un poco en shock cuando la UE dijo que ahora que España y Portugal empezaban a recuperarse las multaría por tener un déficit de más del 3%”, declaró Stiglitz, que remarcó que “ninguna teoría económica dice que el 3% ha de ser una cifra mágica”. “Esa cifra salió de la nada, se la inventaron”, criticó.

catalunya independiente Stiglitz afirmó, además, que una hipotética Catalunya independiente sería económicamente viable si se dan las condiciones de apertura a los mercados europeos. “Si preguntamos si Catalunya sería factible, en un contexto de apertura de mercados y en la comunidad económica europea, con todos los acuerdos económicos, sí, claramente, sería muy factible”, dijo Stiglitz.

Resaltó que en el debate sobre la independencia de Catalunya hay que analizar dos aspectos: las cuestiones políticas y de integración en la UE -sobre las que declinó posicionarse- y las cuestiones puramente económicas. “En un mundo globalizado es más fácil para un país pequeño funcionar y funcionar relativamente bien”, dijo, y puso el ejemplo de Canadá, que ha constatado que funciona mucho mejor que si se integrara en Estados Unidos. - Efe/E.P.