pamplona - El Grupo Perelada, presidido por Javier Suqué, ha comprado Chivite, compuesto por la bodega de su mismo nombre, la de Gran Feudo y la de Viña Salceda, con el objetivo de reforzar su división vinícola. Con la operación que se rubricó ayer, la firma catalana crea un grupo en este sector que facturará 60 millones, que estará presente en cien mercados y que entrará de lleno a Navarra, Ribera del Duero y Rueda, según informó en una nota.
La bodega navarra inicia una nueva etapa, en la que seguirá como presidente Julián Chivite; y cierra otra que ha durado dos años y medio, en la que un pool bancario evitó el concurso al rescatar la bodega al hacerse con el 80% de la propiedad, quedando el porcentaje restante en manos de la familia Chivite.
El presidente del Grupo Perelada, Javier Suqué, manifestó que “los vinos de calidad y con marcada personalidad de Chivite” encajan en su visión de negocio del sector vitivinícola. “Llegamos con la voluntad de aprender e integrar los valores históricos de esta marca; y por este motivo, Perelada cuenta con Julián Chivite, una de las personalidades más reconocidas en el sector para continuar ejerciendo de presidente y para ayudar a liderar este nuevo proyecto”, explicó Suqué para anunciar la continuidad del que ha estado al frente de la empresa vitivinícola durante los últimos años.
De esta forma, la operación ha consistido en la adquisición del 100% de los títulos, quedando la gestión de las bodegas navarras en Julián Chivite, como hasta ahora. La bodega, con sede en la localidad de Cintruénigo, sumaba 117 trabajadores en 2015 y sus productos se distribuían en más de 60 países.
la familia sale tras cuatro siglos Tras once generaciones como propietarios de este negocio familiar, Chivite se vio obligado en 2015 a solicitar el apoyo del proyecto Phoenix, que supuso la entrada al accionariado de los principales bancos de España para reducir su deuda de 47 a 23 millones y evitar de esta forma la antigua suspensión de pagos. En ese momento, todavía Chivite conservó el 20% de la propiedad; pero ahora, finalmente se desprende de ese porcentaje, y su familia dice adiós al control de un negocio durante casi cuatro siglos. A pesar de tener que adoptar esta decisión, conserva Julián Chivite la gestión de las que una vez fueron las bodegas de su familia.
expansión del negocio Perelada continúa en 2017 su plan de expansión, ya que la compra de Chivite se une a las que ya ha realizado en este ejercicio: el cava ecológico Privat y la bodega ampurdanesa Oliver Conti, con lo que aumenta su presencia en La Rioja, donde ya contaba con Fin de Siglo. El presidente de Perelada, Javier Suqué, destacó “la tradición de más de tres siglos de la familia Chivite elaborando vinos de calidad y con personalidad, que le han valido gran prestigio internacional”. Chivite, Gran Feudo y Viña Salceda complementan la gama de vinos con los que cuenta el grupo: vinos del Empordà (Perelada y Oliver Conti), cavas (Perelada y Privat), vinos de aguja (Blanc Pescador y Cresta Rosa), del priorat (Casa Gran del Siurana) o de rioja (Fin de Siglo). otras iniciativas Perelada tiene, además, en marcha la construcción de una bodega en el Empordà, con capacidad para 2,8 millones de kilos de uva. La inauguración de esta instalación está prevista para 2019 y el planteamiento es que se convierta en un referente en términos de sostenibilidad al ser la primera de Europa del sector de vinos en contar con la certificación medioambiental LEED. Este grupo empresarial familiar también está presente en otros sectores, como el de ocio, cultura e industria.