pamplona - Decathlon prevé cerrar su centro logístico en la Ciudad del Transporte, en Imárcoain, entre septiembre de este año y el primer trimestre de 2019. En un principio, el retraso de la construcción del nuevo centro en Villadangos del Páramo, en León, ha trastocado los planes del grupo francés, y de ejecutar el traslado en el segundo semestre de este año, ha ampliado el margen hasta entre enero y marzo del próximo ejercicio.
La falta de concreción está suscitando incertidumbre entre la plantilla indefinida, que próximamente se va a movilizar para difundir la situación laboral que está atravesando después de que en 2017 la compañía le anunciara el cierre. De los cerca de 140 empleados, únicamente quedan unas 35 personas con un contrato indefinido. En primer lugar, exigen conservar abierto este centro porque hay volumen de trabajo. Pero piden que si se concreta el cierre, que sean recolocados en tiendas o en centros próximos, sin tener que desplazarse hasta León; y que si esta vía no prospera, que sean despedidos con una indemnización superior a la marcada por la reforma laboral de 20 días por año, con un tope de una anualidad. Van más allá y exigen el despido improcedente.
En mayo de 2017, Decathlon difundió una nota oficial a los medios de comunicación, en la que informaba de su decisión de clausurar este centro que abrió en 2009. El grupo francés explicó que adoptaba esta medida porque quería reorganizar su actividad logística y disponer de unas instalaciones de mayor tamaño: de la nave cedida en régimen de alquiler de 23.000 m2 en Imárcoain, a una propia de unos 30.000 m2 aproximadamente en León. De esta forma, sus cuatro centros regionales quedarían ubicados en Barcelona, Madrid, Sevilla y León (hasta ahora en Pamplona). En la misma nota, el grupo francés adelantó que iba a acompañar a los trabajadores con un plan de reubicaciones en León, en otras instalaciones logísticas o en tiendas. En esos momentos, el centro logístico de Imárcoain carecía de comité de empresa, para una plantilla que ascendía a 140 personas, con una alta eventualidad. Tal es así que en el séptimo convenio de empresa, firmado en 2017 para sus centros en España, se acordó que el 60% de las plantillas debía contar con personal fijo.
bajas sin coste En septiembre del año pasado, con un censo en la plantilla de 140 trabajadores, el centro logístico de Imárcoain celebró sus primeras elecciones sindicales, después de ocho años. El comité lo integraron cinco delegados independientes y cuatro representantes de LAB. Desde que Decathlon anunciara su decisión, durante estos meses decenas de indefinidos han dejado la empresa de manera voluntaria ante la incertidumbre laboral, sin que haya supuesto coste económico para la compañía. Estas decenas de salidas voluntarias, pero forzosas debido a las intenciones de cierre de la compañía, han provocado que únicamente hayan quedado unos 35 empleados fijos (incluido personal encargado) en la estructura orgánica de la plantilla, que en épocas de alta actividad, como en verano o navidades, suman entre 150 y 160 empleados.
Actualmente, la plantilla del centro de Imárcoain continúa con inquietud ante las intenciones de la compañía gala. Desconocen la fecha exacta de un cierre al que se oponen, y de su futuro que no saben si se resolverá a través de un ERE.
nueve años de actividad
Desde noviembre de 2009. La empresa de equipamiento deportivo invirtió 22 millones de euros en la Comunidad Foral para instalarse hace nueve años en una nave arrendada de 23.000 m2, situada en una parcela de 56.000 m2, en la Ciudad del Transporte en Imárcoain. Las instalaciones se inauguraron el 2 de noviembre de 2009 desde donde distribuyen a 23 tiendas de la zona norte, como Navarra, la CAV, Asturias, Cantabria y Aragón. A esta última comunidad han dejado de suministrar desde el 24 de mayo, tarea que ha asumido el centro de Barcelona. Esta decisión ha provocado que los empleados del centro se queden con un 20% menos de actividad.
Elevada eventualidad. Las salidas voluntarias de fijos, pero forzosas ante el cierre, se han suplido con eventuales, que hay que formar, ya que cada seis meses se renuevan. La alta temporalidad ha disminuido la productividad, que Decathlon ha querido frenar reforzando Imárcoain con fijos de otros centros, como Sevilla, Zaragoza o Barcelona. Tanto estos empleados como los fijos del centro navarro forman a los eventuales.
Contratos de 20 horas. Los fijos disponen de contratos de 20 horas semanales, a los que se añaden entre 15 y 19 complementarias.
Cláusula. Los últimos contratos indefinidos introducen una cláusula en la que se exige al trabajador que debe ir a León si el centro cierra este año, ya que si no, el contrato se extingue.
Excedencia. Hay trabajadores que pidieron excedencia para probar en otro empleo. Decathlon denegó por motivos organizativos las fechas requeridas. Acabaron en despido disciplinario, y ahora estos casos están judicializados.