la CEOE celebra esta semana junta directiva, la última de Juan Rosell como presidente de la patronal, de la que se despedirá en un ambiente alterado por el acuerdo presupuestario pactado por el Gobierno y Unidos Podemos, que consideran lesivo para las empresas y contrario al diálogo social.

El próximo 17 de octubre tendrá lugar el comité ejecutivo y junta directiva mensuales de la CEOE, en los que Rosell tiene pensado hacer un balance de sus ocho años llevando el timón de la patronal en una última comparecencia antes de las elecciones del 21 de noviembre.

Parecía que iba a ser una sucesión tranquila al frente de la patronal, con la elección casi “por aclamación” del actual presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, hasta ahora único candidato, pero los acontecimientos de la semana pasada han alterado a los empresarios.

El pacto presupuestario alcanzado por el Gobierno y Unidos Podemos, entre otras medidas, eleva el salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros mensuales en 14 pagas en 2019 e introduce cambios en materia fiscal, principalmente, en el impuesto de sociedades.

En concreto, propone establecer un tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15% para grandes empresas, y del 18% para banca y petroleras, así como reducir del 100% al 95% la exención de los dividendos y plusvalías de los grupos empresariales.

La CEOE ya ha avanzado sus críticas ante el aumento de la carga fiscal sobre las empresas previsto en el acuerdo presupuestario, dado que restará competitividad a la economía e introducirá inseguridad jurídica que retrasará las decisiones de inversión. Así, Rosell recordaba ayer que España está por encima de la media europea en cotizaciones sociales y en el impuesto de sociedades, por lo que no vería bien que se incrementen.

críticas Pero la principal crítica del líder de la patronal vino por el incremento del SMI, ya que considera que “cuestiona el diálogo social” al fijar algo que debería ser fruto de un acuerdo con los interlocutores sociales.

Asimismo, opina que se salta lo pactado por patronal y sindicatos a principios de julio, en el IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), que fijaba un salario mínimo en convenio de 1.000 euros a aplicar de manera progresiva hasta 2020. Por ello, desde la CEOE se quejan de que esta medida, que no respeta lo pactado en negociación colectiva, tendrá “efectos negativos” sobre la misma y generará desconfianza entre los fondos e inversores extranjeros.

Tampoco “suena bien” este acuerdo para Garamendi, quien pedía además que no se condicione la subida de las pensiones únicamente al IPC, tal y como plantea el texto, ya que “tiene su peligro”. Para añadir más emoción al momento, a principios de semana se conoció que Rosell, junto al secretario general de UGT, Pepe Álvarez, había visitado al exvicepresidente del Govern y líder de ERC, Oriol Junqueras, en la cárcel de Lladoners (Barcelona), generando algo de malestar en algunos ámbitos.

Rosell, que siempre se ha lamentado de ser considerado catalanista en Madrid y españolista en Catalunya, aseguró que no ha recibido ninguna crítica interna por esta decisión y que se trata de una visita “privada”, como otras muchas que ha hecho, y que éstas no se comentan. - Efe