roma - El Banco Central Europeo (BCE) intervino ayer en la crisis de la italiana Banca Carige, considerado décimo banco italiano, y nombró tres comisarios extraordinarios que velarán por la entidad tras la dimisión de la mayoría de sus directivos, al fracasar una ampliación de capital. La medida sucede a la dimisión de la mayoría de los miembros del Consejo de Administración tras la sonada junta de accionistas del pasado 22 de diciembre, cuando se rechazó una ampliación de capital por un importe de 400 millones de euros.

El accionista mayoritario, la familia Malacalza, con el 27,5 % de las acciones, bloqueó esta iniciativa y también la emisión de bonos subordinados de entre 320 y 400 millones. Dos acciones con las que la antigua caja genovesa buscaba fortalecer su posición, en un plan vigilado por el BCE. - Efe