pamplona - El miembro del grupo de expertos en Economía Social de la UE (GECES por sus siglas en inglés) y doctorado en Ciencias Políticas, Anders Bro, participó ayer en Pamplona en un partenariado para fomentar la modernización industrial en Europa, organizado por la Delegación del Gobierno de Navarra en Bruselas. Trabaja como coordinador de desarrollo del condado de Örebro en Suecia, un consorcio regional formado por casi 40 organizaciones del sector público, la economía social y la sociedad civil; y está involucrado en el proyecto RaiSE para mejorar la competitividad de las empresas sociales a través de políticas de apoyo empresarial. Reconoce que el concepto de economía social difiere de un país a otro por “cuestiones históricas y legales”. Solo como ejemplo, Suecia dispone de menos empresas de economía social que la Comunidad Foral, porque esta última ha trasladado este modelo a la industria.

Como miembro de GECES, ¿puede enumerar las funciones más importantes de este grupo de la CE en la economía social?

-Se han iniciado dos grupos de trabajo: uno sobre inversiones sociales que se centrará en las microfinanzas para microempresas en las fases de inicio y desarrollo, en el desarrollo de empresas sociales en el sector financiero y en el surgimiento de un mercado de inversión social; y también se ocupará del desarrollo de las inversiones en infraestructura social necesarias para el Pilar Europeo de Derechos Sociales. El segundo grupo aborda el papel de los clústers y formas similares de cooperación empresarial en el fomento del desarrollo de la economía social.

El proyecto RaiSE trabaja para mejorar la competitividad de las empresas sociales, ¿en qué medidas de trabajo se ha centrado?

-Intentamos fortalecer la competitividad de las empresas sociales mediante el desarrollo de instrumentos de política regional. Al recoger buenas prácticas e iniciativas de las regiones y países participantes, intentamos aprender juntos y mejorar nuestros instrumentos de política regional. Hemos estado estudiando mecanismos financieros y métodos para valorar el impacto social y discutimos formas de mejorar la contratación pública, y nos reunimos con emprendedores sociales, etc.

Navarra ha sido la primera región en incluir un Plan Integral de Economía Social en su Estrategia de Especialización Inteligente, S3, ¿cómo se ha valorado en Europa?

-Navarra se diferencia mucho de otras regiones en este sentido, y estoy convencido de que tendrá una gran difusión en regiones de Europa y hará que cada vez más territorios se interesen en este plan. La Estrategia de Especialización Inteligente se centra, principalmente, en la industria tradicional; pero Navarra está utilizando un concepto más amplio de crecimiento económico, como la economía social, algo muy interesante.

¿Cuáles han sido los aspectos más valorados de este Plan Integral de Economía Social en Europa?

-El énfasis de la economía social como una fuerza impulsora para el desarrollo y el crecimiento.

¿Este plan ya ha sido un referente para otras regiones europeas?

-El hecho de que la Comisión Europea haya decidido establecer la plataforma temática sobre economía social y que hayamos venido a Pamplona indican que las regiones europeas están interesadas en seguir la iniciativa de esta Comunidad.

Navarra, a diferencia de otras regiones, usa el modelo de economía social en la industria. ¿Cree que estas cooperativas y sociedades laborales pueden ser un ejemplo?

-Podemos tener en cuenta estas iniciativas. Aunque debemos recordar que no todas las regiones europeas tienen una plataforma tan sólida de organizaciones de economía social como Navarra. En mi región, hay menos organizaciones de economía social y son mucho más pequeñas. Este año iniciaremos una cooperación entre nuestras organizaciones de economía social y diferentes ramas de la industria y comercio. Esperemos que esto termine en una cooperación más estrecha.

La economía social representa el 12% del PIB de Navarra, mientras que en la UE es del 8%, ¿cómo califica estos datos?

-Es una proporción muy alta. En Suecia, ese porcentaje es considerablemente menor, un 3,1% en 2016.

¿En la actualidad, la economía social no tiene un peso significativo en Europa?

-Todo es mejorable. La política de la UE es una mezcla de intereses y necesidades de los diferentes países miembros; y creo que hay una creciente conciencia del papel que desempeña la economía social para hacer frente a los desafíos sociales, como la falta de inclusión, etc.

¿Europa debe apostar para que la economía social sea más competitiva ante un mundo globalizado?

-Es una pregunta difícil. Estoy totalmente convencido de que las organizaciones de economía social tienen otras cualidades en comparación con las empresas tradicionales y pueden competir con ellas en la prestación de servicios sociales, por ejemplo. Ya existen organizaciones sólidas y grandes de economía social y son capaces de competir con empresas tradicionales, tanto en el mercado nacional como internacional, mientras que otras son pequeñas y necesitan desarrollar sus áreas de negocios, sus productos y servicios, así como su mentalidad. Muchas de estas necesitan el apoyo adecuado de las agencias de desarrollo.

¿Hay un mismo concepto de economía social en todos los países?

-Difiere un poco de un país a otro por tradiciones históricas y legales. En la economía social incluimos cooperativas, mutualidades, asociaciones y fundaciones. Sobre una base europea, hemos acordado definir la economía social como organizaciones que realizan actividades con el objetivo principal de satisfacer las necesidades de las personas en lugar de remunerar a los inversores capitalistas.

¿Qué diferencia existe entre países?

-En Suecia, por ejemplo, la economía social no es un sector grande. Tenemos una larga tradición en el sector público que se ocupa del cuidado infantil y preescolar, de la educación primaria y secundaria, del cuidado de las personas mayores y con discapacidad, de los servicios sociales, ambientales o la vivienda, etc. La idea general es que todos los ciudadanos tienen el mismo derecho e igual apoyo. Esto ha tenido un enorme efecto en el desarrollo de nuestra sociedad civil y economía social. En Suecia disponemos de una gran sociedad civil, pero tenemos menos empresas de economía social si comparamos con Navarra y otras comunidades de España, en las que operan importantes empresas de economía social.

¿Cómo se puede mejorar la visibilidad de la economía social?

-Necesitamos mostrar su importancia para afrontar los desafíos sociales. También debemos demostrar que la economía social es tan importante como la industria y las empresas tradicionales cuando se trata de crecimiento. Una forma de hacerlo es mejorar el uso de métodos para valorar su impacto social o aumentar el número de contrataciones públicas con cláusulas sociales.

¿Cómo puede fomentarse la cooperación entre estas empresas?

-Eso depende del contexto. Diferentes soluciones deben ser adoptadas según los países. Las organizaciones de la economía social deben darse cuenta de que la colaboración con otras organizaciones fortalece su capacidad para enfrentarse a los desafíos. En mi región, organizamos seminarios y reuniones con organizaciones de economía social para debatir sobre cómo desarrollar actividades en común, cómo ser más fuertes juntos en la contratación pública, etc.

Social Economy Europe presentó un memorando con propuestas para impulsar este modelo. ¿Cree que es urgente adoptar un plan de acción europeo en esta materia?

-Seguro. Esto ha estado en la agenda desde hace algún tiempo y creo que una política europea y un plan de acción ayudarán a las regiones y naciones de Europa a tomar medidas adicionales en este campo. El año pasado, la región del Condado de Rebro adoptó una política de cuatro años sobre la sociedad civil y la economía social y nos ha ayudado a colocar a la economía social en un lugar destacado de la agenda política.

¿Qué oportunidades ofrecería un marco legal europeo a estas empresas?

-Favorecería la visibilidad de la economía social, podría mejorar el estatus legal de estas organizaciones y facilitaría que las organizaciones de la economía social actuaran en el mercado único y participaran activamente en la contratación pública, entre otros aspectos.

¿Tienen apoyo financiero de la UE?

-Ya existen diferentes programas; pero habrá nuevas posibilidades para fortalecer el ecosistema del mercado de inversión social entre 2021-2027. Las Inversiones y Habilidades Sociales de InvestEU y el capítulo Empleo e Innovación Social de la propuesta del FSE+ incluyen mecanismos que movilizan importantes recursos presupuestarios de la UE y financiación privada en apoyo de las microfinanzas y empresas sociales, infraestructura social y habilidades.