madrid - Los trabajos de la Comisión parlamentaria del Pacto de Toledo encallaron ayer al no lograr cerrar unas recomendaciones que estaban muy cerca del consenso y en las que se trabajaba desde hacía más de dos años, con lo que este órgano echará el cierre sin acuerdo en esta Legislatura.

El PP llegó sin intención de cerrar el acuerdo, por considerar que les correspondería a los nuevos componentes del órgano en la próxima Legislatura, en tanto Unidos Podemos dio la sorpresa al presentar un conjunto de votos particulares a las recomendaciones que ya estaban casi cerradas sin avisar de dicho posicionamiento al resto de grupos.

Fue en una reunión informal a puerta cerrada, tras la que los portavoces del Pacto de Toledo salieron de la sala dando por rotas las negociaciones y culpando a PP y Podemos de actuar movidos por un interés partidista ante la convocatoria anticipada de elecciones.

Previsiblemente no habrá un debate público en el que cada partido defienda su postura sobre el asunto, dado que PP y Unidos Podemos parece que impedirán la convocatoria de una sesión en abierto de la comisión como reclama el resto de grupos.

“El adelanto electoral lo ha precipitado todo absolutamente. El Pacto de Toledo estaba cerca en algunas cuestiones importantes, pero las prisas no son buenas consejeras y a día de hoy no se puede llevar a pleno porque hay recomendaciones importantes que aún están abiertas y cuestiones de fondo que no están acordadas”, afirmó la portavoz de Unidos Podemos, Aina Vidal.

Vidal aseguró que al borrador le faltaba “mucha discusión” y que si se llevaba a votación al último Pleno de la semana que viene su grupo iba a presentar muchos más votos particulares y no solo los tres que había anunciado en la comisión con anterioridad (sobre edad de jubilación, contributividad y sistemas complementarios).

“Exigimos al Gobierno que saque un decreto en este sentido con la recomendación número dos (subir las pensiones cada año con el IPC), porque si bien es cierto que el Pacto de Toledo no ha logrado un acuerdo global, sí que existe un acuerdo cerrado en lo relativo a la revalorización de las pensiones (...) en el marco del Pacto de Toledo y con los agentes sociales”, añadió.

El portavoz del PP, Gerardo Camps, consideró que “es algo penoso que al final, después de tanto trabajo, no se haya conseguido un acuerdo”, lo que achacó a la convocatoria de elecciones anticipadas por parte del presidente Pedro Sánchez, aunque aprovechó para criticar también la actitud de Unidos Podemos.

“Hoy (ayer) lamentablemente nos encontramos con una sorpresa que raya el engaño, diciendo que van a presentar una alternativa a las recomendaciones que estaban prácticamente preacordadas”, dijo Camps.

La portavoz del PSOE, Mercé Perea, mostró su decepción por el “electoralismo” de Unidos Podemos y PP, que considera “injusto” cuando el acuerdo “estaba hecho”.

El portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, consideró la actitud de Unidos Podemos “una irresponsabilidad”, aunque dijo que “tampoco ha ayudado la decisión del presidente Sánchez de convocar elecciones tan pronto”.

El portavoz del PNV, Íñigo Barandiaran, manifestó que el problema es que se había llegado a un grado de acuerdo tan amplio que frustarlo en estos momentos hace casi imposible que se pueda retomar con el consenso que tenía en la próxima Legislatura.

revalorización de las pensiones Entre las recomendaciones más destacadas para los próximos cinco años contempladas en el borrador del preacuerdo se encontraba la revalorización de las pensiones según el IPC real (con la media de la inflación anual).

Otra recomendación importante era el período de cálculo, por el que se ampliaba más allá de los 25 años a los que se llegaría en 2022, llegando incluso a toda la vida laboral, y permitiendo escoger los años más favorables en casos de largas carreras de cotización.

También era importante la edad de jubilación, por la que se buscaba acercar la edad real de jubilación a la edad legal, endureciendo los requisitos para acceder a la anticipada e incentivando el envejecimiento activo. - Efe

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Tras dos años de trabajos, el Pacto de Toledo fracasa en la negociación para cerrar 21 recomendaciones que estaban casi acordadas y que debían orientar en los próximos 5 años una reforma que garantizase la sostenibilidad de las pensiones.