pamplona - La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, ha asegurado que su gabinete será "riguroso y exigente" en las condiciones que KSS plantee para el despido de más de 130 trabajadores de la planta de Orkoien.
"El papel del Gobierno, y ahí va ser enormemente riguroso y exigente, es que cualquier salida, y si esta es la única solución, sea en las mejores condiciones", ha afirmado en declaraciones a los periodistas .
Y ha añadido que el Ejecutivo foral también "trabajará" sobre la posibilidad de recolocación de estos personas.
La presidenta ha recordado que el proceso se inició hace dos años y el Gobierno pidió a la empresa un plan para la planta de Orkoien que no ha llegado, mientras que de las otras dos que Kayaba tiene en Navarra ha señalado que "en estos momentos funcionan y funcionan bien".
Uxue Barkos ha sido preguntada también por la llegada del Canal de Navarra a Funes y al respecto ha indicado que se trata de una obra de 150 metros de los más de 5.000 construidos, por lo que "la financiación no puede ser de ninguna manera un problema", ha dicho, y agregado que "el Gobierno va estar encima, con la concesionaria", para la finalización de esta fase.
El comité de KSS rechaza el cierre
El comité de KSS, dos delegados de UGT, dos de CCOO, dos de CCP, dos de LAB y uno de ELA, ya baraja alternativas para evitar los despidos forzosos en la factoría tras el anuncio del cierre en 2021. La parte social convocó ayer a la mañana a los medios para mostrar su rechazo a esta medida y a señalar que trabajarán en buscar otras alternativas como prejubilaciones, jubilaciones anticipadas, salidas incentivadas o recolocaciones. “Trataremos de evitar cualquier despido forzoso”, dijo David Ozcoidi, delegado de CCOO. Los 130 empleados sufrieron entre febrero y marzo (durante mes y medio) un ERE de suspensión temporal, que contemplaba 16 días de regulación, pero se aplicaron dos, al paralizarse con la apertura de un periodo de bajas voluntarias, a través del cual salieron cuatro personas. - S.Z.E.